Opinión | erre que erre

Luces y sombras en el PSOE aragonés

Pilar Alegría, sonriente junto a Lola Ranera, Alfonso Gómez Gámez y Fernando Gimeno, tres 'historicos' que apoyaban antes a Lambán

Pilar Alegría, sonriente junto a Lola Ranera, Alfonso Gómez Gámez y Fernando Gimeno, tres 'historicos' que apoyaban antes a Lambán / Miguel Ángel Gracia

La que fuera secretaria general del PSOE andaluz y aspirante a liderar a los socialistas en España, Susana Díaz, fue la primera en hablar de «coser» el partido, ante las heridas que tenía. Pues bien, ahora en el PSOE aragonés, con la nueva líder, Pilar Alegría, se va a tener que poner a coser mucho porque aunque se ha puesto fin al culebrón del relevo todavía hay muchas luces y sombras. 

Es verdad que ha habido una sucesión sin heridas superficiales. Los que hablan como Darío Villagrasa dan ejemplo de poner por delante el proyecto colectivo antes que lo concreto del territorio o de los personalismos. Nos lo creemos.

Hay muchos que hablan de aportar lo mejor y es tiempo ya que el PSOE haga oposición al Gobierno de Azcón o a los de otras instituciones aragonesas antes que al de Sánchez y se prepare, se rearme ante las elecciones del 2027 si es que quiere intentar recuperar algo del poder perdido.

Pero junto a estas luces también hay muchas sombras. Un exsecretario general que no aparece para felicitar en persona a su sucesora y solo lo hace a través de las redes sociales, escuetamente, sin más comentarios salvo uno ecléctico sobre la miseria humana. (Como si lo de cambiar de grupo dentro de un partido solo fuera cosa de ahora...) La aún portavoz del grupo de las Cortes de Aragón que dice que no se ha dado el «espectáculo» que alguien quería, sin saber si los que esperaban eso están dentro o fuera del PSOE. O el líder del partido en la provincia de Zaragoza que aún no se ha expresado nada más que para despedir a Lambán...

Aparentemente hay una paz pero es tensa. Desde ahora y hasta el congreso de marzo muchos van a estar mirando de reojo a ver quién cambia, a ver quién se aproxima, a ver quién busca esa colocación. Todo normal, es lo que pasa en los partidos cuando llega un líder nuevo que, además, ha estado enfrente del anterior como ha sido aquí. Solo hay que recordar cómo el PSOE de Huesca voto en las primarias que ganó Sánchez a favor de Susana Díaz y desde el día siguiente ha sido la provincia aragonesa más sanchista. O como la propia Alegría no votó a Pedro Sánchez y ahora es portavoz de su Gobierno

Hay muchos más casos, pero sería un error que las rencillas vinieran por ahí. En todos los partidos hay muchos veletas y no pasa nada. Triste o no, pero es así. Hay que avanzar, coser, que decía aquella. Y mal harían si los debates políticos se convierten a partir de ahora en ese «tú decías antes». (Eso ya lo dirán el resto de contrincantes políticos). Es verdad que se va un peso pesado que ejerció una buena anestesia, que condicionó a muchos de los que están en primera línea del partido. Y ya se sabe que esto retrae algunos comportamientos naturales que en estos momentos pueden estar más liberados que nunca

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