Y Putin perdió la guerra

Se van a cumplir 3 años de la invasión imperialista rusa de Ucrania y parece que este año será el de las conversaciones de paz. Ahora comenzará la lucha por el relato de la victoria. Sin embargo, hay que entender que en las guerras los resultados no son como en fútbol donde uno gana y otro pierde, sino que más bien se trata de ver cuánto se ha ganado y a qué coste. Ejemplos históricos hay muchos, desde las victorias del rey Pirro (pírricas) frente a los romanos hasta soviéticos o americanos en Afganistán donde ganaron las batallas, pero ¿qué obtuvieron? La cuestión es comparar cuales eran los objetivos políticos de Putin con la invasión, cuál ha sido el resultado obtenido y su coste.

El objetivo de frenar la expansión de la OTAN, claramente se ha incumplido. Ahora Suecia Y Finlandia son miembros de la alianza y las fronteras entre Rusia y la OTAN se cuentan por miles de kilómetros. Además, la invasión ha espoleado el gasto en defensa en toda Europa, pero en particular en sus vecinos Bálticos y en Polonia. El objetivo de incorporar territorios rusófonos de Ucrania ha fracasado por partida doble. Por un lado, no solo no ha colocado un gobierno títere en Ucrania, sino que ni siquiera ha conseguido conquistar los territorios de mayoría rusófona. Por el otro, la propia población rusófona de Ucrania está dejando de usar el ruso por ser la lengua del invasor. No es baladí que la Iglesia Ortodoxa de Ucrania se haya independizado del patriarcado de Moscú. Ahora hay que analizar lo que le está costando esta guerra a Rusia. En primer lugar, las bajas tanto de vidas como de material bélico: hay estimaciones de que Rusia ha perdido dos tercios de su ejército. Y el hecho de que tenga que contar con tropas y obuses confirma el destrozo. A las bajas en combate hay que sumar la pérdida de población que abandona el país. Se habla de hasta un millón de personas. Estas pérdidas son un golpe devastador a la imagen de la industria militar rusa y de su ejército. En el aspecto geopolítico, la guerra le ha hecho descuidar otros frentes. Rusia ha perdido a Siria como aliado y podría perder sus bases en el Mediterráneo. Asimismo, Armenia ha abandonado la alianza militar que tenía con Rusia. Y para acabar unas cifras económicas. Inflación 10% y subiendo, el rublo ha perdido el 30% de su valor, los tipos de interés están al 21% y el gasto en defensa va camino de alcanzar la mitad del presupuesto ruso. Acabe como acabe, Putin ha perdido.

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