Opinión | VIRANDO A BABOR

Algunos políticos, los delirios y los antipsicóticos

Se juntaron en la Casa Blanca dos delincuentes. Y ambos, el niñato caprichoso malcriado, xenófobo y misógino y el sionista más parecido a un nazi que se pueda imaginar, se han regodeado en la asquerosa idea de seguir martirizando a los palestinos expulsándoles de su tierra con el fin de convertir Palestina en especie de Ibiza para turistas que se alojarían en los hoteles de la familia Trump y jugar en sus casinos. Y sueltan su delirio de limpieza étnica sin ningún recato avisando de que los palestinos no tienen otra salida que convertirse en emigrantes forzosos. A este paso los especialistas en Derecho internacional se van a quedar sin objeto de estudio. En la antigua China, Confucio era partidario de que las tareas de gobierno fueran ejercidas en exclusiva por aquellos que sobresalieran en virtud y capacidad. En la Grecia antigua, Platón quería una sociedad dirigida por un rey filósofo rodeado de una clase de guardianes con vocación por lo público. Aristóteles rechazó la monarquía filosófica de Platón sin dejar de defender que los de más merecimiento debían ejercer más influencia en los asuntos públicos. Y el merecimiento no era la riqueza ni la cuna noble sino la virtud cívica, la frónesis, una sabiduría práctica que lleva a razonar acertadamente acerca del bien común. (M. J. Sandel. 2023). Pues en el siglo XXI estamos en manos de gente que decide sobre la vida y la muerte de centenares de millones de personas que, de virtud moral y cívica, nada de nada. Todo lo contrario. Hay sin duda gentes generosas y competentes que trabajan por el bienestar de la mayoría y lo hacen desde la política. Quien mantenga eso de «todos son iguales» es un ignorante que no sabe analizar la realidad autónomamente y con capacidad crítica. Pero es verdad que hay gente mediocre en la política para forrarse. Incluso gente que, delirio tras delirio, gana elecciones, convencida de que el presidente del Gobierno es un criminal que la quiere matar. Y eso que los psicofármacos antipsicóticos se inventaron hace más de 70 años. Que se tomen algo, por favor.

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