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Zaragoza

No hay dinero para todos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. / Jesús Hellín - Europa Press - Archivo

La financiación autonómica siempre ha sido mala. Las cosas como son. Todos los modelos, los que propició el PP y los del PSOE. Por que hay un problema técnico y es que nunca se ha valorado el coste de los servicios que se dan desde las comunidades autónomas. Además, hay poco dinero. Siempre ha habido poco dinero. Y junto al problema técnico hay uno político y lo tienen PP y PSOE. No ahora, sino desde siempre.

Siempre ha habido momentos en que los populares han hablado de darle singularidad a territorios como Cataluña, igual que ahora lo hacen los socialistas, aunque hoy desde el PSOE se hable de solidaridad y desde el PP aquello de que «se rompe España». Es tan dispar cada territorio que lo que desde voces del PP se dice en una comunidad autónoma, en otra se niega y se dice otra cosa y lo contrario, y lo mismo les pasa a las voces del PSOE. Esto no va a cambiar.

La financiación autonómica no es que reduzca la riqueza regional, sino que permite (o al menos debe permitir) que en todos los territorios haya unos servicios públicos que funcionen bien, sobre todo en sanidad, educación y servicios sociales, y que sean homologables, garantizando así el principio constitucional de igualdad.

El problema es que PP y PSOE presentan como inamovible la cuantía de recursos del Estado, incluidas las transferencias de las comunidades autónomas, y dejan de lado uno de los auténticos problemas: en España se recauda menos dinero del que se necesita para atender realmente los servicios públicos y además se recauda mal, porque se pone el peso de los impuestos sobre asalariados y pequeñas y medianas empresas, en lugar de sobre las grandes fortunas, las empresas con enormes beneficios y la banca. Y eso a pesar de que se ha avanzado mucho en los últimos años. Pero hace falta más.

Más injusto que la financiación autonómica podría llegar a plantearse el cupo vasco y navarro. Este sí que es insolidario y antifederal y aún lo sería más si los independentistas catalanes lo consiguieran. Otra cosa es que se planteara en todos los territorios de la España autonómica. En Alemania, por ejemplo, la Agencia Tributaria Federal solo recauda impuestos especiales, aranceles e IVA a las importaciones, mientras que los Länder gestionan IRPF, sociedades e IVA.

Cabalgan contradicciones entre muchos políticos y partidos según en qué zona de España se esté por lo que, sin ánimo de ser pesimista, el embrollo de la financiación autonómica tiene un difícil arreglo para que todas las comunidades se den por satisfechas y para que las tesis de PP y PSOE sean iguales en un territorio que en otro. Por eso, que se valore el precio de los servicios y que el Estado ponga, de entrada, más dinero para repartir. Igual se saca algo más en claro.

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