Opinión | APUNTES AL MARGEN

En Aragón faltan profesores

Como profesor observo una curiosa reacción de las personas ante el hecho de que uno se dedique a la docencia. Por un lado, está el consabido qué bien vivís los profes, o los famosos (y falsos) tres meses de vacaciones. Por el otro, está vaya paciencia tenéis, no está pagado, son monstruitos, etc. Yo, como economista, pienso que todo aquello que es un chollo suele estar muy demandado. Por ejemplo, hay bofetadas para ser diputado o futbolista. Por el contrario, los bares están teniendo serios problemas para contratar camareros, precisamente porque no es un chollo. Últimamente está saliendo a relucir a través de los medios de comunicación algo que los profesores ya sabemos hace tiempo: en Aragón faltan profesores de Secundaria.

Es fácil adivinar que si faltan profesores es, o porque no es tan chollo, o porque hay chollos mejores. Lo cierto es que hay una serie de factores que explican este fenómeno. El primero de todos y fundamental es que España se encuentra en su mejor momento de empleo de la historia y mucha gente opta por trabajar en el sector privado frente a hacer un máster, luego preparar oposiciones y después dedicar varios años a descubrir pueblos aragoneses como Labordeta en Un país en la mochila. Además, las especialidades tipo matemáticas, informática, etc., están muy demandadas y el salario de profesor no puede competir con el del sector privado. Estas circunstancias son comunes a toda España, pero en Aragón tenemos otros factores que agravan especialmente este problema. Diferentes estudios han mostrado que las condiciones del profesorado en Aragón son las peores de todo el país.

Si bien no estamos tan mal como hace 3 años, seguimos estando los últimos. En particular, nuestras condiciones son mucho peores que las de todos nuestros vecinos, por ello no solo se desincentiva que ellos vengan a trabajar aquí, sino que incluso hay aragoneses que prefieren trabajar en Navarra y cobrar 300 euros más al mes. Pero lo fundamental es la mala planificación del Departamento de Educación. Por ello, tenemos en Aragón la tasa de interinidad más alta de España con el 40%, doblando la media nacional. Alrededor de 7.000 personas son interinas, que cada año juegan a la ruleta para ver dónde van a trabajar y en qué condiciones. Si resulta que cada vez hay que tener más paciencia para ser profesor y las condiciones son peores que en otros sectores o en otras comunidades, el resultado es que en Aragón faltan profesores. Como diría Rodrigo Rato: es el mercado, amigo.

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