Opinión | EL ÁNGULO

El pacto final del PAR

El éxodo de aragonesistas comienza el retorno a casa, ni que sea por un tiempo, para cumplir la sentencia que obliga a repetir el Congreso del Partido Aragonés que se celebró en 2021 y que fue anulado, también por sentencia judicial, por irregularidades en el censo y en la conformación del distrito único de la provincia de Zaragoza.

En la sentencia de febrero, se ordena el cese de las funciones de la actual ejecutiva del PAR y que se cedan los poderes a la ejecutiva de ese momento encabezada por Arturo Aliaga. Algunos de sus miembros se fueron del partido después del inicio del quilombo judicial, de la moción de censura en la Comisión Ejecutiva que expulsó a Aliaga de la presidencia.

Elena Allué que fue la candidata alternativa al entonces vicepresidente del Gobierno, acababa de ser destituida como directora general de ese equipo de gobierno, lideró una escisión, Aragoneses, que terminó firmando un acuerdo con el PP para incluirse en sus listas en las elecciones autonómicas del 2023, consumándose así el pacto que tanto había negado.

Otra parte del PAR se resguardó en las filas de Ciudadanos-Tú Aragón , sobre todo aquellos que se veían en la obligación de presentar listas municipales continuistas en ayuntamientos que ya gobernaban y no querían hacerlo bajo el paraguas del nuevo líder Alberto Izquierdo.

Y otros muchos, los más fieles de la corriente aliaguista, se fueron a sus casas. Así comenzó a andar la legislatura con una representación institucional en las Cortes de Aragón exigua; un diputado, el propio Izquierdo, porque después de la sangría interna otro resultado hubiera sido ciencia ficción, y con antiguos dirigentes del PAR, ya fueran de Aragoneses o del nuevo PAR, en puestos de segunda línea del Gobierno de Aragón.

Quince días después de la sentencia hay ruido de sables, hay ganas de celebrar un congreso bis, a los entonces enemigos frontales les une ahora un fin común o eso se intuye de los últimos movimientos, defenestrar a Alberto Izquierdo, aunque luego el futuro sea la disolución de las siglas.

El martes, Aragoneses anunció su disolución como partido político para permitir a sus miembros concurrir de nuevo libres de su corta trayectoria con el PP y ganar el congreso que perdió por 20 votos. Cuatro años han cambiado mucho la situación política, tanto que igual le separarían más votos de Aliaga que aquella vez, pero también tantos como para que Arturo Aliaga se repensara la vuelta a la política, por un tiempo, y con él, el oscense Joaquín Serrano. Huesca era la provincia donde el antiguo PAR era fuerte e imprescindible para este viaje, quizás el último con las siglas de la formación.

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