Opinión | erre que erre

Zaragoza

De Canfranc a Teruel, no viajes en tren

Viajeros en los autobuses de Renfe a Teruel, esta semana en Zaragoza.

Viajeros en los autobuses de Renfe a Teruel, esta semana en Zaragoza. / Carla Greenwood

El eje norte-sur en Aragón siempre ha sido un dolor. Años y años reivindicándolo y todavía no se ha podido completar la autovía que une las tres capitales aragonesas, con salida al mar y paso de los Pirineos. Son datos escalofriantes. La autovía A23 comenzó a construirse en 1997 y hoy, 2025, quedan 4 tramos por inaugurar del norte de la provincia de Huesca. Dos aún están en obras, otro está con el estudio informativo y el último con el proyecto terminado. 28 años y lo que faltará...Se podría decir que es una vergüenza, pero quizás el calificativo se queda corto. Pongan ustedes el que consideren...

Pero ojo con el tren. El eje norte-sur también. Ese que sirve para el equilibrio territorial de Aragón. Desde el 19 de junio de 2023 es imposible ir en tren de Huesca a Canfranc porque se está modernizando --así lo llama Adif-- el tramo entre Ayerbe y la estación internacional. Unas obras que iban a durar 11 meses, llevamos 21 y dicen que igual hasta el verano no se acaban, porque el caso es que realmente no lo saben. Se desconoce todo salvo que hay que seguir yendo en bus. Y no hablemos ya de la continuación de la línea de Canfranc a Pau...

Y ahora tampoco se puede ir en tren de Zaragoza a Teruel y Sagunto. (Por cierto, que podrían haber esperado una semana a que pasaran las Bodas de Isabel. Sensibilidad, se llama). Adif dice que durante 9 meses (??) va a mejorar la línea electrificándola. Ojo, un plan que lanzó en 2017 el entonces ministro de Fomento Íñigo de la Serna, en tiempos de Rajoy, y que debería haberse terminado en 2021, según rezaba el proyecto. Luego si se empieza en 2025, lo normal, más que nueve meses, sería que concluyera en 2029. O no. Nunca se sabe con Adif y Renfe.

Nos dirán que vamos de víctimas, pero lo de la autovía es una dejadez y una chapuza de obra, por muy costosa que sea, y lo del tren, por Huesca y por Teruel, es negar que el territorio se articule de cara al futuro. Porque las obras llegan tarde y mal y los trabajos, sobre todo por la zona de Teruel, no son para atraer más usuarios, sino para echar a los que quedan y centrarse después en el transporte de carga.

Aragón necesita que se desarrolle de una vez por todas el auténtico corredor ferroviario comprometido hace dos décadas, el de altas prestaciones Cantábrico-Mediterráneo. El apaño de ahora de la línea de Teruel (bueno el que se lleva haciendo desde hace 8 años, con muchos cortes y chapuzas continuas) no mejorará mucho porque no se modifican ni trazados ni pendientes y se sigue el recorrido de una línea del siglo XIX.

Este fin de semana, Teruel ha vuelto simbólicamente al siglo XIII, pero pocas centurias avanzamos en cuanto a infraestructuras en Aragón. El eje norte-sur carretero y ferroviario no es del siglo XIII, pero tampoco del XXI.  

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