Opinión | TERCERA PÁGINA

A contrapié

Qué más inseguridad para la Conferencia anual de Seguridad de Múnich que el tono de confrontación y de talante impositivo de la aclaración «hay un nuevo sheriff en la ciudad». La vocaliza su ayudante, Vance, el vicepresidente, y dando a entender los detalles: Washington, la Casa Blanca y Trump. Justo nueve días previos al de las elecciones en Alemania. Y, además, acariciando de manera tácita el apoyo al partido alemán de extrema derecha, el AfD, al aclarar: «si la democracia americana puede sobrevivir 10 años de protesta de la activista climática Greta Thunberg, vosotros chicos podéis sobrevivir unos pocos meses de Elon Musk». Dando a entender el apoyo explícito de Musk (aliado de Trump) al AfD.

Posiciones, de entre las habidas y las que vendrán, que nos conducen frente a lo inverosímil y el desconcierto. Y, además, porque se ha elegido de manera indiscutible a un presidente y a su programa. Ambos envueltos en una gran influencia mediática de proteccionismo electoral. Es la trumpolítica, jactanciosa, desafiante con poder y con desinformación o intoxicación informativa. Se nos ha venido encima, junto a la atrocidad de los conflictos geopolíticos y a la complejidad del cambio climático.

Se tenía conciencia que bajo todo este paisaje se estaba librando la campaña de las elecciones federales en Alemania. El próximo canciller, Friederich Merz (CDU/CSU), promete restaurar el fuerte liderazgo alemán en Europa. En su tiempo, Angela Merkel (CDU/CSU), además, forjó una fuerte unión con el presidente Barack Obama. Esta vez, de Merz, quien ha prometido no unirse nunca al AfD, más bien se espera lo contrario. Pues la próxima líder de la oposición, Alice Weidel (AfD) está relacionada con esa trumpolítica europea, cuyo grupo creado recientemente en el Parlamento europeo, Patriotas por Europa, ha copiado el mismo lema: «Hacer Europa grande otra vez». No todos tienen la misma admiración por Trump, quien ha agradecido a Santiago Abascal su clara adhesión a él.

Con toda esta temperatura y en el tercer aniversario de la invasión rusa, Zelensky ha llevado a cabo la cumbre Apoya a Ucrania, a la que, entre otros líderes de más de 30 países, asisten 13 jefes de Estado y Gobierno más una veintena en videoconferencia. Allí, la presencia de Sánchez ha reafirmado el compromiso de ayuda de España y la soberanía de Ucrania. Nos encontramos en momentos de unión y apoyo, en los que sería posible entre los dos partidos de Estado (PSOE y PP) una bajada de tono en la confrontación, salvando las diferencias y consensuando compromisos.

En esta dinámica y este año la Conferencia de Acción Política Conservadora en Maryland prospera con el carácter de servir de unión entre los movimientos aliados a la trumpolítica de las Américas, Europa y Asia.

Pareciendo ser que Trump hará una visita de estado a Moscú coincidiendo con el desfile militar del Día de la Victoria, en mayo. Pero antes, para comienzo de abril conoceremos las modalidades de aplicación de la imposición de unos derechos arancelarios recíprocos entre Estados Unidos y el resto del mundo, abandonando las normas de la OMC. Éstas establecen un tratamiento diferenciado en función del nivel de desarrollo del país, para que las economías más frágiles tengan cierta protección.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents