Opinión | SALA DE MÁQUINAS

‘Padrenuestro’

La nueva novela negra española no cesa de darnos alegrías. Prueba de la buena salud que goza es el constante enriquecimiento de su elenco de protagonistas, con nuevos héroes, o antihéroes, protagonistas de múltiples acciones y episodios relacionados con delitos y crímenes, con sus causas y soluciones (si se da con ellas).

Una más que interesante aportación viene siendo la al alimón urdida por esa singular pareja artística compuesta por Beatriz Roger y Luiso Soldevila (tanto monta).

Madre e hijo, en la realidad, y también aliados en la elaboración de ficciones policíacas con base atmosférica, ambiental, en la desembocadura del río Ter, cuyas marismas, poblaciones y tipos conocen al dedillo, según se desprende de la lectura de sus novelas. La primera se titulaba precisamente Marismas. Ahora aparece Padrenuestro continuando la saga.

Que lo es, ciertamente, pues va habituando al lector a una serie de personajes recurrentes y uno protagónico: Nico Ros, un detective radicado en la zona, perfecto conocedor de sus lugares y gentes, y asimismo dotado para resolver los más difíciles enigmas. En Padrenuestro, la Policía y él se enfrentarán a la solución de una cadena de asesinatos cuyo atrezo, por decirlo de alguna manera, resultará tan cruel como repugnante. Los cadáveres, uno tras otro, serán descubiertos en viejas naves o lugares recónditos –a modo de firma del criminal– vinculados a un animal –un caballo, una cabra...– en perturbadoras y sanguinarias escenas que darán a los forenses serios quebraderos de cabeza (más aún a los investigadores encargados de intentar resolverlos).

Una novela extensa, intensa en sus escenas climáticas y hábilmente funcional en transiciones de su trepidante acción o en la exposición de rasgos domésticos, cotidianos, de un Nico Ros que se va introduciendo en ese otro libro invisible donde la confianza del lector más desconfiado guarda las buenas historias. Aquellas que exigen ser leídas con prioridad, de la misma manera que el equipo de investigación de Padrenuestro deberá consagrase en exclusiva, con tanta urgencia como riesgo, a la solución de crímenes seriados en las marismas del Ter.

Un proyecto original y bien armado por parte de estos dos nuevos valores de la novela negra española, Luiso Soldevila y Beatriz Roger (monta tanto).

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents