Opinión | COSAS QUE PASAN

Zaragoza bonita

La verdad es que no se puede negar que en Zaragoza tenemos una alcaldesa activa y con un espíritu infantil donde el adorno y el espectáculo son el centro de su política cultural. A mí me gusta que Zaragoza esté bonita, luzca bien y la gente disfrute con las actuaciones programadas. De la misma manera que me preocupa que el dinero público (que pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos) se malgaste en efectos especiales que duran dos días y cuestan miles de euros.

Natalia Chueca consigue su propósito de salir todos los días en los medios. Es una mujer guapa y simpática, a juzgar por su eterna sonrisa. No hay oposición, ni críticas a su apuesta cultural, y sabido es que como dicen los refranes antiguos: «Pan y circo» o «¿Dónde va Vicente?, donde va la gente» funcionan en masa con la cultura espectáculo. Se trata de copiar lo que antes han hecho otras grandes ciudades. Bajo esta inspiración ha organizado en los últimos meses eventos como el Monumental Tour o el más cercano festival Zaragoza Luce.

La movida de octubre tomó la plaza del Pilar y su basílica con efectos de luz, música electrónica y nuevas tecnologías digitales. Los creadores argumentan que se trata de una exaltación del patrimonio de las ciudades, que pasan por caja. El Ayuntamiento de la ciudad logró un acuerdo de colaboración con el Cabildo del Pilar para utilizar la basílica de telón de fondo (modo discoteca). Este espectáculo también se hizo con la Torre Eiffel de París. Eso sí, entrar en la plaza resultaba gratis. Del mismo modo se animaron con las luces y organizaron el febrero de este año el festival Zaragoza Luce. Durante tres jornadas, el festival volvió a fusionar el arte lumínico, tecnología y el patrimonio de Zaragoza. «El evento transformó la ciudad en un gran museo al aire libre, con creaciones de artistas nacionales e internacionales», explican. Lo que no dicen es cuánto costó el festival a la ciudad; solo afirman que el impacto económico fue de más de 4 millones de euros. ¿Cómo se calcula el «impacto económico» de estos llamados eventos?

Este fin de semana también hay programado otro evento de cultura del espectáculo Hola primavera. Como plato fuerte, el puente de piedra estará rodeado de un gran flotador de plástico a modo de aro olímpico de gran formato, obra titulada Ring de Luxe, así la llaman los artistas. Así que de nuevo será una noche romántica para los aficionados a hacerse selfis sin parar. La intervención artística es del colectivo berlinés Plastique Fantastique. Como sigamos así, derrochando los presupuestos municipales, no es de extrañar que la moda de esta cultura necesite un flotador, no de oro, sino de verdad. El césped artificial también será protagonista en el salón de la ciudad para acoger conciertos, títeres y cuentacuentos. Sin olvidar los elementos vegetales o flores que adornarán la plaza una vez más para anunciar la primavera. La programación será gratuita. Parece que fue bastante criticado el hecho de las entradas que hubo que pagar para ver el espectáculo de cuentacuentos (con luz y sonido) en el Parque Grande. Un espacio público donde cada adulto pagaba 10 euros y los niños mayores de 3 años un poco menos. Es decir: una familia de papá, mamá y dos niños pagaba 50 euros. Una vergüenza.

Y llegará septiembre, y seguiremos con los «eventos» imparables ya que Chueca no puede vivir sin desfiles, luces, música y emociones caras. Zaragoza celebrará un gran desfile en torno a la saga Star Wars. Alrededor de 1.000 personas llegadas de toda España formarán parte de un desfile que completarán 200 músicos y en el que estarán personajes de la famosa saga. Un gran pasacalle que en los últimos años ya se ha celebrado en varias ciudades españolas como Madrid, Valencia o Córdoba.

Solo una pregunta me hago como ciudadana: ¿Por qué Chueca ha cambiado todas las marquesinas de las paradas de autobús, que estaban nuevas, por otro modelo casi idéntico? Este espectáculo de ver levantadas las calles de la ciudad para cambiar algo que funcionaba y estaba bien por otras donde apenas hay lugar para sentarse: justo dos personas y los asientos son metálicos, lo que produce frío en invierno y puede que ardan en verano. ¿Qué presupuesto habrá invertido en este capricho innecesario, y a qué empresas beneficia? Realidad municipal del día a día frente a espectáculos carísimos que duran un fin de semana.

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