Misteriosas muertes en Jaca

Ciertamente, el Pirineo aragonés y su capital, Jaca, reúnen todas las características para ser un escenario novelesco tan ideal como bellos se revelan sus paisajes. Más inquietantes en invierno, claro, cuando la nieve y la niebla caen y la visibilidad y los movimientos se reducen, limitando asimismo la velocidad y eficacia de –pongamos por caso–, fuerzas del orden empeñadas en resolver una muerte.

O varias, como sucede en la nueva novela de Txemi Parra. Ambientada en Jaca y alrededores, y en los meses de uno de estos inviernos, cuando esa nívea blancura que daña la vista y ese invernal frío que se cuela hasta en el alma trasladan al lector la helada tensión de una nueva lucha entre el bien y el mal.

En esa Jaca de ficción, pero dibujada con la precisión de quien conoce perfectamente sus calles y edificios, los «buenos» estarán capitaneados por la inspectora Gloria Maldonado, una policía muy peculiar, llena de manías y tics, pero superdotada para enfrentarse a casos criminales tan enrevesados como el que le aguarda agazapado entre las páginas de Solo queda silencio (Grijalbo), un thriller escrito con inteligencia y oficio, que gustará tanto a enamorados como a neófitos de la novela negra.

El caso que se plantea de fondo, las muertes de dos hombres que, en principio, nada tenían en común, pero cuyas últimas horas de vida y mortales escenas estarán relacionadas por un mismo mensaje escrito, reúne, ya de partida, las suficientes dosis de intriga como para excitar la curiosidad de cualquier lector. El autor irá dosificando con habilidad los episodios psicológicos, los nudos argumentales y el descubrimiento de las pruebas que poco a poco –aunque el ritmo es muy rápido– irán acercándose con lógica a una explicación compartida, a fin de intentar explicar el desdichado fin de ambas víctimas, cuyos respectivos entornos aportarán peso e interés a la trama.

Una novela que se lee con la progresiva convicción de estar participando en un juego de inteligencias perturbadas por esa mezcla venenosa de amor y muerte, tragedia y felicidad que en las mejores novelas negras combina los sentimientos encontrados de los personajes, reflejándolos en los lectores que, en adelante, los albergarán.

Muy recomendable.

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