Opinión | UNA MIRADA AL FRENTE

Kit de supervivenciapara los bancos centrales

La comisaria europea Hadja Lahbib nos ha sorprendido con un video publicado en redes sociales, indicándonos cuáles deberían ser los componentes de un kit de supervivencia para las primeras ¿72 horas?, en caso de que el Sr. Putin decida invadirnos (a la Unión Europea). Mas allá de la credibilidad que cada uno de nosotros pueda establecer a la probabilidad de dicho riesgo, existen otros, reales, que no terminarán en una caricatura como el video de la Sra. Lahbib.

Me refiero a las tremendas pérdidas que vienen arrojando los bancos centrales de la zona euro, incluido el Banco Central Europeo (BCE), en el ejercicio 2024. El pasado 20 de febrero anunció el BCE que los estados financieros mostraban unas pérdidas de 7.944 millones de euros, un importe superior a las que ya arrojara en el ejercicio 2023 que fueron 7.886 millones de euros.

Este es el mérito de la Sra. Lagarde, a la vista de los ciudadanos, para seguir manteniendo el cargo de presidenta del BCE. Recuerden que hubo tiempos en los que los ejecutivos ponían su cargo a disposición después de haber obtenido unos resultados tan desastrosos.

Continuemos, el Bundesbank alemán, ¡sorpresa! 19.814 millones de euros de pérdidas en 2024 y en 2023, fueron 21.580 millones de pérdidas, que fueron neutralizadas desde provisiones (19.199) y reservas (2.381). En 2024 han aplicado desde reservas 661 millones siendo las pérdidas acumuladas finales 19.153 millones de euros.

También el Banco de Francia, el pasado 19 de marzo, informó de su resultado ordinario del ejercicio 2024, unas pérdidas de 17.855 millones de euros frente a las que ya declaró en 2023 que fueron de 12.446 millones de euros.

Finalmente, el Banco de España en el ejercicio 2023 arrojó unas pérdidas de 6.611 millones de euros. El ejercicio 2024, pendiente de hacerse público, con un nuevo gobernador, pinta bastos también.

Estos bancos centrales dan como excusa que la lucha contra la inflación es la culpable de estos resultados, pero, siguiendo el rastro del dinero que ha originado estas pérdidas, está también el pago de los depósitos a entidades de crédito, los programas de recompra de activos APP (Active Purchase Programme) que dotan de liquidez a los bancos comerciales y alguna que otra cosilla más.

El Real Decreto ómnibus, fue un fiasco más de este gobierno, que liberó a la banca del impuesto especial que había establecido. Ahora resulta que parte de las pérdidas de los bancos centrales van a inflar las cuentas de resultados de la banca comercial "por la puerta de atrás".

"Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras".

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