Opinión | APUNTES AL MARGEN

Zaragoza no se vende

El domingo de la semana pasada (hace 8 días) se celebró en Zaragoza una manifestación que reunió a varios miles de personas. Como siempre, hay disparidad en los datos, pero la manifestación fue muy grande. Yo, que la vi, diría que alrededor de 4.000 personas. Pero, más allá de los datos de seguimiento, lo que está claro es que hizo mucha pupa, porque según denunciaron los trabajadores de una subcontrata de Aragón Televisión, no les permitieron cubrirla. No es para menos. Aunque sea un lugar común decir que una manifestación o evento es de gentes diversas, en este caso era completamente verdad. Allí estuvieron los educadores de calle, ahora que el ayuntamiento se quiere cargar las antiguas casas de juventud, los vecinos de Torrero protestando porque el ayuntamiento quiere talar el único bosque de la ciudad, los de La Magdalena porque les quieren convertir el Coso en una autopista, todos los afectados por el desierto cultural provocado con los cierres del Buñuel, la Harinera, las Armas o el multipremiado Etopia, los skaters, y así un largo etcétera de afectados por las políticas de Natalia Chueca. Sin embargo, no quiero dejar de nombrar a los vecinos de Vía Hispanidad. Estos vecinos están en pie de guerra porque la alcaldesa ha decidido que ellos son los que tienen que pagar el despropósito de la nueva Romareda. La señora Chueca quiere convertir los equipamientos de su zona en una de las mayores torres de pisos de la ciudad, con la consiguiente pérdida de calidad de vida y de valor de sus pisos. Da la casualidad de que en esa zona de la ciudad el PP tiene muy buenos resultados, y por eso el cabreo de los vecinos está generando mucha preocupación en el ayuntamiento. Más allá de los participantes, de la diversidad de los convocantes, de sus motivos o del intento de ocultar la manifestación por parte de Tele Azcón, lo que a mi modo de ver ha sido más relevante es lo ocurrido a posteriori. Las declaraciones del Gobierno municipal en respuesta a una manifestación sobre urbanismo y modelo de ciudad en Zaragoza hablaban de la corrupción de Sánchez y de los pactos con los independentistas. El descoloque ha sido tal que han hecho una caricatura de sí mismos. También esta semana han anunciado que no incrementarán los carriles en el Coso. Una envainada en toda regla. Y casualidad o no, le han dado un puesto a Vox en la Sociedad de la Nueva Romareda. Cuando las cosas se mueven, conviene atar voluntades con puestos. ¿Se le está torciendo la sonrisa a la alcaldesa?

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