Opinión | erre que erre

Zaragoza

Alejandro Nolasco y Donald Trump

El portavoz de Vox en las Cortes, Alejandro Nolasco, durante un pleno.

El portavoz de Vox en las Cortes, Alejandro Nolasco, durante un pleno. / EL PERIÓDICO

«Seguro que Donald Trump lo hará muy bien y pondrá muy nerviosos a todos los paniaguados y las élites globalistas. Llevará el sentido común a la nación y fortalecerá la economía». Estas afirmaciones, con este léxico tan polarizante, son de Alejandro Nolasco, líder de Vox en Aragón, y las pronunció en noviembre del año pasado, el día que el republicano ganó las elecciones para ser otra vez presidente de EEUU. Casi tres meses después de que el chabacano y estrambótico empresario y político norteamericano tomara posesión del cargo, se puede comprobar que justo lo que está haciendo con sus decisiones es lo contrario que auguró el portavoz de Vox en las Cortes de Aragón.

Pero casualmente ahora Nolasco no parece querer hablar de las consecuencias de lo que está haciendo Trump. Lo último que el diputado por Teruel ha dicho es una frase. Larga, pero elocuente: «Como sé que me van a sacar el tema de los aranceles de Trump me voy a adelantar; aranceles anunciados pero que todavía no existen. El enemigo no es Trump, el enemigo es el Pacto Verde Europeo. Fomentado por populares y socialistas en Bruselas donde gobiernan en coalición. Ese es el gran virus que está destruyendo por completo nuestro campo. Con, entre otras muchas cosas, los condicionantes excesivos medioambientales de la PAC. Porque todo ello hace que nuestros productos pierdan competitividad frente a la importación masiva de productos de otros países. Nuestros enemigos, los enemigos de nuestro campo están en Bruselas».

Todo el nerviosismo e incertidumbre que tiene la agroalimentación aragonesa, tan preocupado como está Vox por este sector, es solo culpa de Sánchez y la UE (donde por cierto también tienen a comisarios de su grupo ultra en el gobierno europeo, como le recordó recientemente Azcón en las Cortes). Da igual que el sector porcino o el del vino puedan tener un duro golpe por las exportaciones. Y todo porque el líder nacional, Santiago Abascal, es el gran aliado en España de Trump y en Vox prevalece ese apoyo a que las decisiones de EEUU perjudiquen a la economía de Aragón. Fenomenal.

Es evidente que la rama más dura de Vox no podía estar en los gobiernos (suerte que se fueron) porque desde ahí hay que construir, no destruir y esto último es lo que hacen permanentemente.

Otra cosa es una rama menos agresiva como la que puede representar el grupo municipal de Zaragoza comandado por Julio Calvo. Se les puede criticar muchas cosas de las que hacen o no dejan hacer, pero al menos tienen propuestas como las de prolongar el tranvía a Arcosur y las horas de funcionamiento durante el fin de semana o las ayudas a comerciantes... que van en positivo.

Ahora hacen falta propuestas para reforzar la competitividad de las empresas aragonesas. No hacen falta copias estrambóticas. Para eso ya está el auténtico. 

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