Opinión | Firma invitada

Ilusión por el 23 de abril

Transcurridos doce meses volvemos a encontrarnos con un nuevo veintitrés de abril, festividad de San Jorge en la que celebramos el día de Aragón pues así lo formalizó nuestro Estatuto de Autonomía en base una legitimidad, vinculación y arraigo con nuestra tierra que se ancla en la Edad Media.

En una especie de 31 diciembre y conectados a la Puerta del Sol, tanto los días previos como los posteriores son propicios para rememorar esa magnífica historia común que acompaña e impregna nuestro carácter, celebrar los grandes hitos acontecidos durante el mismo y reclamar nuevos avances en aquellas reivindicaciones históricas que, como nuestro patrón, hunden sus orígenes en la noche de los tiempos.

Y pese a la urgente necesidad de todo lo anterior necesitamos primero conocer y después creernos nuestro pasado para, apalancados sobre el mismo, tomar impulso como colectivo social que nos permita alcanzar un mejor futuro; como no, felicitarnos por esas grandes y hasta mareantes cifras macroeconómicas pero también exigir su aterrizaje por todo el territorio y no solo en una parte del mismo, de modo que logren asegurar una verdadera vertebración territorial, con iguales oportunidades de desarrollo vital, sin exigir éxodo alguno desde provincias de provincias; focalizar y dedicar los recursos, tanto humanos como técnicos y económicos, en objetivos de comunidad política y social, que aúnen esfuerzos y anhelos comunes capaces de trasformar lo común en algo extraordinario por inusual o poco habitual.

Y ser capaces de construir desde todas y cada una de las 33 comarcas que conforman nuestro territorio; con infraestructuras y oportunidades labores que aseguren la retención de sus jóvenes y no tan jóvenes sobre una verdadera conciliación mucho más factible, con tipologías de vivienda diferenciada que posibilite además su retorno y retención, con unos servicios educativos atractivos que espoleen el talento de las generaciones venideras, con servicios sanitarios y sociales de calidad, con opciones de movilidad pegadas al territorio y otras que logren abrir nuestras ventanas al norte que posibiliten tanto la entrada de aire de puerto como nuestra salida más anhelada. Y así un largo etcétera. Con ideas y con recursos, pero con ILUSIÓN.

Con ilusión colectiva, con la ilusión por un proyecto común, con la ilusión de hacer partícipes de ello a los más de 1.352.000 aragoneses y a los que serán.

Feliz 23 de abril. Feliz día de Aragón.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents