Opinión
Ibiza negra
La isla de Ibiza ha sufrido tales transformaciones en las últimas décadas que, leyendo la novela de Toni Monserrat –Isla Negra (Plaza & Janés)– nadie podría reconocerla. Si acaso, los tatarabuelos de los actuales habitantes, aquellos «pitiusos» que, allá por la década de 1860, vivían o sobrevivían en una Ibiza eminentemente rural.
Es aquella isla perdida en el tiempo o la memoria, pero excepcionalmente rica para la evocación literaria, la que ha inspirado a Toni Monserrat a la hora de tejer un argumento policial en torno a crímenes que realmente sucedieron hace la friolera de 165 años. Que no se resolvieron, pero que dejaron tras de sí pistas y sospechas. Un artículo de prensa y las memorias de un aristócrata que acuñó valiosas y costumbristas descripciones de la Ibiza decimonónica han animado al autor a probar suerte en un género tan popular como el de la novela negra. Fácil, en apariencia, pero sólo de manera aparente, pues exige siempre altas dosis de precisión, talento y lógica, más el previo esfuerzo de una documentación exhaustiva.
Sacrificios y características claramente destacados en el trabajo de Toni Monserrat. Isla negra se lee con sumo agrado. Derivado, en parte, de la ejemplar reconstrucción de las iglesias, casas, caminos o embarcaciones de Ibiza; pero también, y sobre todo, de la manera de vivir, trabajar, expresarse, relacionarse, amarse o disputar de sus gentes. Cerradas, en buena medida, por el natural aislamiento isleño y por el idioma en que se entendían frente a los escasos turistas o funcionarios de Madrid que, como el investigador Guasch, eran enviados para solucionar casos difíciles. En esta circunstancia, las muertes de un sacerdote y de su ayudante, degollados ambos por manos anónimas, en un doble y espantoso asesinato que convulsionó a Ibiza entera.
Guasch, en colaboración o competencia, según vayan desarrollándose los capítulos de Isla negra, con las fuerzas políticas o policiales del lugar, concentrará su talento en tratar de solucionar la muerte violenta del párroco y su adlátere. No habrá sofisticados laboratorios, ni muestras de ADN, pero sí la intriga y tensión de una buena historia de misterio que pondrá a prueba el «sexto sentido» del héroe creado por Monserrat para pasearnos, además de por una Ibiza mágica, por los claroscuros del crimen y la naturaleza del mal. Una novela histórica y policíaca a la vez, bien escrita y mejor resuelta.
Suscríbete para seguir leyendo
- La nueva rival de Rosa en Pasapalabra conquista a Roberto Leal en su primer programa: 'Qué maravilla
- Adiós a las sombrillas: el nuevo invento dispuesto a cambiar los veranos en la playa para siempre
- Confirmado por Hacienda: multa a los propietarios que tengan más de una vivienda y no hagan esto
- El estupor por la actuación arbitral en Oviedo alcanza a los propios colegiados
- El histórico nombre de chico que es exclusivo de Aragón: solo se escucha en Zaragoza y Huesca
- Dos monjas gemelas y un siglo de vida: 'En 100 años hay muchos momentos de flaqueza
- Filas kilométricas en la A-68 en Utebo tras un accidente múltiple con un herido grave
- Las entrañas del nuevo hogar del Real Zaragoza: la 'mini Romareda', a punto