Opinión | tercera página

Javier Jiménez Olmos

Israel impune al genocidio

Parece que algunos gobiernos europeos comienzan a reaccionar, aunque tímidamente, ante las continuas matanzas en Gaza. Hace mucho tiempo que la Europa democrática y defensora de los derechos humanos debería haber alzado la voz y tomar medidas contra lo que, a todas luces, constituye un genocidio en Palestina.

El Gobierno de España fue de los pocos en manifestar sus protestas contra los ataques israelíes sobre la población de Gaza y Cisjordania. Ahora se suman a denunciar y aplicar medidas otros tantos gobiernos europeos para intentar aplacar la mortífera agresividad israelí.

Es difícil entender por qué se vota en contra de una propuesta de ley para el embargo de armas al Estado de Israel, como lo han hecho recientemente en el Parlamento de España PP Y VOX. Armas que contribuyen a la muerte y destrucción. Conviene recordar que ya son más de 60.000 muertos, de los cuales 18.000 son niños. Es interesante tener en cuenta que la violencia no es solamente la agresión física directa, también es violencia la que se ejecuta por omisión o por indiferencia, en esos casos también hay complicidad con la violencia directa.

El Estado de Israel ha incumplido sistemáticamente resoluciones de Naciones Unidas relativas a los territorios ocupados en Palestina. La Corte Internacional de Justicia dictaminó que Israel debía cesar los ataques a Gaza porque se podía estar cometiendo un genocidio contra los palestinos. El Tribunal Penal Internacional ha dictado orden de detención contra el primer ministro Netanyahu y algunos de sus colaboradores su gobierno. Israel ha invadido militarmente y destrozado la franja de Gaza, y ha sometido a la población a un cerco alimentario y sanitario en contra de cualquier norma del Derecho Internacional Humanitario.

Sigue haciendo caso omiso a cualquier petición de dejar paso a la ayuda humanitaria. La ONU calcula que 14.000 bebés están en riesgo de muerte si no llega pronto la ayuda humanitaria. El gobierno israelí, amparado en la protección incondicional norteamericana y la pasividad occidental sigue a lo suyo, a borrar del mapa la población palestina de los territorios ocupados. La excusa de la defensa propia tras los ataques terroristas de Hamás y los rehenes secuestrados por ese grupo, resulta cada vez menos creíble.

El artículo 6 de la Carta de las Naciones Unidas establece que un miembro que incumpla sistemáticamente los contenidos de ese documento puede ser expulsado de la Organización, pero para ello se necesitaría la aprobación del Consejo de Seguridad. De todos es sabido que el derecho de veto lo impediría. Estados Unidos ha vetado todas las resoluciones que pudieran afectar el Estado de Israel.

¿Hasta cuándo la impunidad? ¿Hasta cuándo se podrá aguantar este genocidio? ¿Cuántos muertos más se necesitan para que la Comunidad Internacional reaccione con medidas contundentes contra el Gobierno de Israel?

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