Opinión | SALA DE MÁQUINAS

Viajar, descubrir

Ese inquieto y eternamente joven humanista que es Fermín Bocos ha vuelto a salir de viaje.

No es una novedad, de hecho. Lo raro sería que se estuviera quieto en algún lugar, tal es su pasión por visitar y recorrer antiguas civilizaciones, territorios olvidados, islas perdidas, montañas habitadas por mitos o por solitarios monjes entre quienes quizá aliente la profecía de un nuevo credo...

En su nuevo y muy recomendable libro, Cuando viajar era descubrir (Sotavento), el escritor, novelista y periodista Fermín Bocos nos invita a participar en un interminable festín de experiencias viajeras, a cual más exótica y nutritiva. Regalándonos, en el conjunto de su ensayo, una experiencia lectora de una riqueza intensa, en la que se combinan sabiamente la alta literatura con los pasajes biográficos de un puñado de hombres y mujeres que transformaron el viaje en una experiencia personal y en legados para la humanidad.

Por las páginas de Cuando viajar era descubrir desfilan muchos de los grandes exploradores, desde Cristóbal Colón al doctor Livingstone, desde Richard Burton (no confundir con el actor) a Thor Heyerdhal y su prodigiosa balsa Kon-tiki; de Ulises a Von Humboldt; de Annemarie Schwarzenbach a Wilfred Thesiger.....

Bocos nos los presenta sin excepción en la plenitud de sus acciones, aventuras y retos, pero asimismo recordándonos sus orígenes, sus primeros aprendizajes y pasiones, así como los motivos y razones por los que finalmente fueron quienes llegaron a ser, superando los obstáculos de sus increíbles travesías a través de océanos, desiertos o cielos. Dejando atrás, en muchos de los casos, tantas obsesiones, incomprensiones, rarezas, injusticias y excesos como íntimas manifestaciones de un heroísmo del que a menudo no eran del todo conscientes, aunque sí lo fueron muchos de quienes les rodeaban (y también, por suerte, la posteridad).

No todos esos grandes descubridores que circunnavegaron el globo o se adentraron hasta los últimos rincones de sus continentes fueron ejemplares, aunque sí coincidieron en su férrea voluntad de ir más allá, de llegar a conocer o conquistar nuevas tierras, ideas, ideales.

Cuando viajar era una aventura...

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