Opinión

Amor en Florencia

Muy por encima de la mayoría de los novelistas actuales, sigue asombrando en William Somerset Maugham su capacidad para reflejar los más diversos tipos en relación con las pasiones más contrastadas, pero menos habitualmente analizadas según su manera, ese ojo clínico suyo de escritor avezado en las más profundas materias de la psicología humana.

Es lo que hace –analizarlas magistralmente–, durante la introducción a la trama de Una villa en Florencia (Ediciones invisibles), una de sus novelas cortas más conseguidas o redondas. Y, aunque escrita hace ya casi setenta años, de plena actualidad hoy. En el centro mismo del argumento, W. S Maugham sitúa a una bella mujer inglesa, que acaba de enviudar, y de quien medio país parece estar locamente enamorado, tal es su atractivo y la fascinación que ejerce sobre los hombres.

El autor hará un esfuerzo y logrará entrar en la mente de Mary para mostrarnos cuáles son realmente sus sentimientos y a qué motivaciones obedecerán sus dudas y decisiones en materia de amorosos nudos. Para complicar su visión de la realidad, el autor la someterá a una serie de experiencias extremas que, en apenas cuarenta y ocho horas, cambiarán por completo su manera de ver y de analizar la realidad. El estudio del temperamento, carácter, psicología y espíritu de esta mujer elevada casi, por el arte del escritor británico, a la categoría de un arquetipo, merece leerse con toda atención y lápiz en mano, por si hay que subrayar o tomar notas.

Asimismo originales y brillantes son los perfiles de los aspirantes a adueñarse de su corazón. Tres candidatos radicalmente distintos se sucederán en vibrantes y alternativas escenas, con tal habilidad hilvanadas como si de una obra teatral se tratase (de hecho, hay bastante de un melodrama dramático interpretado entre candilejas).

Por tanto, esa «villa en Florencia» acabará siendo una suerte de exquisito laboratorio donde las diversas especies de amor se confrontarán unas con otras, inclinando el corazón de Mary ora hacia la seguridad, ora hacia la locura, ora hacia la ironía y la inteligencia crítica. Una lectura que es un placer para los sentidos. 

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