Opinión | UNA MIRADA AL FRENTE

El recluso Santos Cerdán

El pasado lunes, el magistrado D. Leopoldo Puente, decretaba prisión provisional, comunicada y sin fianza a Santos Cerdán -el otrora secretario de organización del PSOE- siendo su destino final el módulo 13 de la prisión de Soto del Real. Se le está acusando de posibles delitos de integración en organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. Los indicios de criminalidad obrantes en las actuaciones son tremendamente consistentes y apuntan a que era quien se encargaba de reclamar a las constructoras indebidamente favorecidas las cantidades «trincadas».

El informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, desde que se hizo público, ha eliminado la máscara, definitivamente, de este señor y del resto de la banda del Peugeot, de momento, José Luis Ábalos y Koldo García. Pero habrá más informes. Y el modo pánico se percibe tanto en los socios de gobierno como en aquellos que lo mantienen mientras lo saquean. Las reacciones en la red X del PSOE, unas semanas antes a este informe no dejaron de sorprenderme: «Todos los y las socialistas estamos contigo y tu familia, Santos. Siempre. No vamos a dar un paso atrás ante los ultras y el acoso al que nos someten. No nos van a amedrentar. Abrazo fuerte compañero». Este tweet y todo lo relativo a Santos Cerdán en la web del PSOE ¡ha desaparecido! -supongo que recordarán que Iósif hacía lo mismo-.

La cruda realidad política para el PSOE la exponía Javier Lambán, exsecretario general del PSOE aragonés, este mismo lunes, también, a través de la red X: «Ha entrado en prisión el autodenominado ‘arquitecto de los gobiernos progresistas de este país’. ¿Cuánta ceguera o cuanto cinismo hacen falta para no reconocer que el PSOE está en una situación agónica?...», percepción que comparto, aunque me decante más por el cinismo.

Los presuntos delitos cometidos por la banda del Peugeot, recordemos: integración en organización criminal, cohecho y tráfico de influencias, habiendo sido Santos Cerdán diputado del Congreso y secretario de organización del PSOE y José Luis Ábalos ministro de Fomento, diputado -todavía lo es- y secretario de organización, ambos estrechos colaboradores, durante más de una década, del presidente Pedro Sánchez, llenan de indignidad la institución de la presidencia de España. El deterioro de la imagen de España, a nivel internacional y nacional, es tremendo. Por eso debe dimitir.

Además, convocar elecciones. La excusa de Sánchez «que la derecha y la ultraderecha obtendrían el poder» es una falacia, porque quien decide y otorga el poder es el pueblo español. 

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