Opinión | Editorial

Pedro Sánchez intenta capear el temporal

El PSOE celebró ayer su Comité Federal más importante en años. Compareció Pedro Sánchez en su condición de secretario general para entonar nuevamente el mea culpa por haber depositado su confianza en Santos Cerdán y José Luis Ábalos, y para intentar levantar los maltrechos ánimos y restaurar el orgullo de los dirigentes del partido y sus bases. La reunión socialista se producía a la par del 21º Congreso Nacional del PP, consagrado a reforzar el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo y a redoblar los duros ataques y ásperos sarcasmos contra el presidente del Gobierno. 

En una intervención cuidadosamente preparada, Pedro Sánchez hizo un llamamiento a no rendirse y a seguir luchando por el proyecto socialista. Con la cabeza bien alta, los animó. Igualmente, subrayó su determinación de seguir adelante tanto como líder del PSOE como presidente del Gobierno. «Soy consciente de mi deber como capitán de este barco. Y el capitán no se desentiende cuando viene mala mar. Se queda a capear el temporal, a salvar el rumbo», subrayó, al tiempo que lanzaba una fuerte invectiva contra el PP, al que en varios momentos asimiló a la extrema derecha de Vox. Destacó, asimismo, la posibilidad de un gobierno del PP con Vox entre las razones por las que debían los socialistas seguir avanzando con arrojo.

La mañana comenzó pésimamente para Sánchez a raíz de las acusaciones de acecho sexual y conductas inadecuadas contra Francisco Salazar, precisamente uno de los elegidos para comandar un PSOE con una dirección distinta y más colegiada, acusaciones difundidas por un diario digital. Salazar, que también abandonará provisionalmente sus responsabilidades en el Gobierno, renunció al puesto de secretario de Organización adjunto que debía ocupar. El propio Salazar, conocido sanchista, pidió al PSOE que se abra una investigación para que se esclarezca lo ocurrido. 

Las sorpresivas informaciones sobre Salazar empañaron irremediablemente el anuncio de Sánchez de una nueva dirección al frente del PSOE. El equipo directivo estará encabezado por la valenciana Rebeca Torró, exconsejera con Ximo Puig y actual secretaria de Estado de Industria. Ella sustituirá a Cerdán, que ocupó el cargo hasta hace unas semanas, como antes lo había hecho Ábalos. Estaba previsto que Torró contara con tres nuevos adjuntos, pero serán solo dos –Anabel Mateos y Borja Cabezón- por lo sucedido con Francisco Salazar. La portavoz del PSOE a partir de ahora será la catalana Montserrat Mínguez.

El segundo gran argumento de Sánchez para dejar clara su determinación a luchar contra la corrupción en el partido fue un paquete de 13 medidas para reforzar la transparencia y los controles internos en el PSOE. Entre ellas destacan los controles a los patrimonios de los dirigentes socialistas y la aprobación de un protocolo anticorrupción. Sánchez puso énfasis en la voluntad socialista de combatir el machismo dentro de la organización. En esta línea, el PSOE cambiará su código ético para incluir la expulsión de los militantes que contraten prostitutas. Esta medida responde a los audios entre Koldo García y José Luis Ábalos con comentarios despectivos y denigrantes sobre varias mujeres supuestamente dedicadas a la prostitución. La conversación ha causado una gran indignación en el PSOE. 

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