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Opinión | el artículo del día

María Sasot

STEAM: el reto de Aragón para ser referente en ciencia y tecnología

La reciente publicación de las notas de corte de acceso a la Universidad vuelve a constatar una realidad: el interés de los alumnos por las carreras "de Ciencias" o STEAM. Los programas conjuntos de Física-Matemáticas y Matemáticas e Ingeniería Informática son los que cuentan con la nota más alta, seguidos de Medicina, Ingeniería Biomédica y Biotecnología, y esto responde a que nuestros jóvenes son conscientes del buen momento que vive Aragón en cuanto a inversiones empresariales en general, y tecnológicas en particular. Ahora mismo se cuenta con más de 9.750 empleos tecnológicos (con una facturación anual de 920 M€), enmarcados dentro de un sector que crece rápido y ofrece una buena empleabilidad, con una inserción laboral cercana al 100%. Otros sectores tradicionalmente fuertes de la comunidad, como la logística, la industria o el agroalimentario requieren cada vez más de perfiles técnicos (electromecánica, informática...) y científicos que potencien nuestra innovación. Además, la IA está generando múltiples oportunidades en las que ningún sector se debe quedar en el vagón de cola.

Es decir, nuestra Comunidad Autónoma requiere mucho talento STEAM y nuestros jóvenes lo saben. Ahora bien, ¿los estamos orientando de modo adecuado? ¿Tenemos capacidad para formarlos correctamente? La desconexión entre la oferta formativa y las necesidades empresariales es una de las áreas detectadas por el Think Tank de CEOE Aragón que es necesario abordar para mejorar nuestra competitividad. En las titulaciones del ámbito sanitario se estima un déficit de 1.500 profesionales en enfermería y más de 250 sólo en medicina de atención primaria, situación que se agravará en los próximos 10 años por las jubilaciones de los actuales profesionales. Según el clúster de empresas TIC de Aragón, Tecnara, hacen falta más de 2.000 profesionales en este sector (y la cifra tiende a aumentar). Desde las organizaciones empresariales también se alerta de la falta de titulados en Formación Profesional, cuando es uno de los retos de la Ley orgánica de ordenación e integración de la FP para lograr una población activa más adecuada al mercado laboral: en el curso pasado casi 28.000 alumnos estaban matriculados en esta área formativa frente a los 36.000 de grados y másteres universitarios. Esto contrasta con los datos de la última encuesta empresarial del mercado laboral realizada por CEOE Aragón (julio de 2025), donde las empresas con previsión de contratación insisten en que el 57,4% de sus potenciales trabajadores deberán contar con formación profesional o certificados de profesionalidad, el 15,4% con grado o máster universitario y el 22,1% con estudios primarios o secundarios.

Con este contexto, desde la Alianza +STEAM Aragón (impulsada por CEOE, Directivas de Aragón y la DGA, junto con más de 50 organizaciones) defendemos que estas competencias deberían considerarse troncales y extenderse desde las primeras etapas formativas hasta las más avanzadas. Sin embargo, no sólo no es así, sino que se está detectando un factor que también afecta a la calidad: la falta de actualización y especialización de los docentes en áreas tecnológicas y STEAM que, indudablemente, tiene un efecto directo en las vocaciones digitales. Y despertarlas no es una opción: es una necesidad estratégica para el futuro de Aragón.

En este aspecto, identificamos tres brechas en las que docentes, familias, empresas e instituciones tenemos que trabajar. La primera es la brecha de género: a nuestras jóvenes no les gustan las STEAM. Las cifras no son muy halagüeñas: solo el 25% de estudiantes STEAM de Aragón son chicas y aún menos en algunas ingenierías. ¿Por qué está sucediendo esto? ¿No ven atractivo en sus salidas profesionales? ¿No se sienten capacitadas? Según los estudios, la ausencia de motivación en la ESO despierta todas las alarmas, pero a ello contribuye la falta de referentes (sólo el 28% de los profesionales STEAM son mujeres) y el papel de la familia, clave para romper estereotipos de género. Crear ambientes inclusivos y de paridad tanto en el aula como en el entorno laboral es responsabilidad de todos ya que, si las mujeres no se forman en estas competencias, el riesgo de no contar con el talento suficiente y con líderes preparadas que nos permitan afrontar los desafíos del futuro se vuelve cada vez más acuciante.

La segunda brecha señalada en el último informe de la Alianza es la territorial: en algunos aspectos, las áreas rurales no tienen las mismas oportunidades que las urbanas. Pensando en el futuro, la solución no puede pasar porque los jóvenes abandonen los entornos rurales para irse a las ciudades, algo que incrementa el riesgo de despoblación cuando precisamente la riqueza de lo tecnológico radica en la ruptura de esta brecha desde el punto de vista laboral.

El tercer problema que hay que atajar es de índole socioeconómica y parte de la educación en los colegios: la falta de programas formativos integrados propicia que las familias concienciadas de la importancia de lo tecnológico y con mayor poder adquisitivo complementen la formación con extraescolares, lo que amplía la brecha de oportunidades desde edades muy tempranas.

La colaboración público-privada es vital para solventar la desconexión actual entre la formación y el mercado laboral. Aragón afronta grandes oportunidades para su desarrollo en las que el talento y su correcta gestión son claves para seguir posicionándonos como referentes tanto en el mercado laboral como en el formativo. Y desde los organismos empresariales vamos a seguir insistiendo para que así sea, apelando a la implicación de todas las instituciones para sumar esfuerzos y ampliar el impacto. Nos jugamos mucho.

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