Opinión
La energía como palanca de prosperidad
La energía tiene en vilo a Aragón, no solo por la relevancia que ha adquirido en los últimos años tras la guerra en Ucrania y por los efectos que provocó en las empresas y en la economía doméstica sino también porque se ha convertido en un elemento dinamizador y una palanca que marcará la prosperidad y el futuro de la comunidad. No es exagerado, por tanto, señalar que es un elemento estratégico de primer orden en la hoja de ruta que trazaron tanto el anterior Ejecutivo autonómico de Javier Lambán como el actual de Jorge Azcón. En los últimos años han sido muchos los proyectos intensivos en energía que han aterrizado en Aragón, aunque los más relevantes son la veintena de centros de datos que han puesto el foco en la comunidad para desarrollar este tipo de infraestructuras, pero también la gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos que CATL y Stellantis pondrá en marcha en Figueruelas. Son solo dos ejemplos, pero hay muchos más, lo que evidencia la sed de energía que tiene la comunidad.
En este contexto, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfica (Miteco) presentó ayer su propuesta para la planificación energética de España con el horizonte 2030, un documento que sirve de base para diseñar el sistema energético en los próximos años y que supondrá una inversión de 13.600 millones de euros en el plazo de seis años en el conjunto de España. El reparto de la tarta de este pastel tan jugoso no es sencillo, a tenor de que hay solicitudes que exceden en mucho las posibilidades reales, lo que no responderá a las expectativas de comunidades como Aragón, que ya ha anunciado que presentará alegaciones a este proceso que concluye el 16 de noviembre. Con todo, el Miteco sostiene que la nueva planificación permitirá que infraestructura eléctrica de Aragón preste servicio a siete veces su actual nivel de consumo en 2030. Entre las inversiones que recoge el Ministerio figura los 260 millones en el anillo de Zaragoza, una zona intensiva en centros de datos, pero también contempla actuaciones en otros puntos de comunidad e incluso la interconexión con Francia a través del Pirineo.
Sea como fuere, al hecho de que el Gobierno central y la DGA no compartan signo político, convierte la energía en un arma política, más si cabe cuando ya se especula con un adelanto electoral. Y es en este contexto, precisamente, cuando resulta fundamental que en el reparto de recursos prime el criterio técnico. Tres son las partidas fundamentales a las que llegarán esos 13.600 millones: reforzar las redes para absorber nuevos flujos por la mayor electrificación y la integración de renovables, aumentar la cohesión territorial con nuevos enlaces entre sistemas, y actuaciones para dar apoyo a la red de distribución y conectar nuevos consumos en la red de transporte.
Más allá de lo que depare la batalla política, lo realmente relevante es que los proyectos estratégicos que tiene en el horizonte Aragón tengan cabida en esta planificación. Quizá no sean todos, pero sí deberían estar los más importantes, los que sean más viables y sostenibles y aquellos que generen más empleo y posicionen a la comunidad a la vanguardia.
Suscríbete para seguir leyendo
- La Aemet alerta de la llegada de una masa de aire muy frío que congelará Aragón: nevadas y termómetros bajo cero
- Aragón se queda sin manos para levantar los grandes proyectos: la construcción entra en zona de tensión
- Sellés da pie con Bolo. La contracrónica del Real Zaragoza-SD Huesca
- Adiós a una icónica taberna del centro de Zaragoza: El Broquel baja la persiana
- Así resucitó el Real Zaragoza: El cambio de Sellés
- El barrio de Zaragoza que gana viviendas a un lado de la acera y las 'pierde' en la de enfrente
- Crisis total en el PSOE Zaragoza: dimiten cuatro de las cinco vocales del Rabal por la 'deriva' del partido tras el cese de Horacio Royo
- La Guardia Civil advierte del 'timo del supermercado': está vaciando las cuentas bancarias
