Opinión | Sala de máquinas
Fotos ensangrentadas
De esta orgía de asesinos que es la guerra de Gaza difícilmente saldrá una paz ejemplar, justa y duradera. Dudosamente las familias de las setenta mil víctimas de Netanyahu olvidarán a sus muertos a duras penas enterrados entre más bombas, y más muertes; a tantas mujeres, ancianos y niños mutilados, reventados por la metralla.
Tampoco los judíos olvidarán a «sus» muertos, más de un millar «cazados» en carreteras, en kibutzs, por mercenarios palestinos, secuestrados, torturados... El nombre de Hamás seguirá siendo para muchos israelitas sinónimo de odio, la abominada referencia a un enemigo que no parece vaya a salir con las manos en alto de las ruinas, sino a seguir excavando túneles donde ocultar armas y tropas.
Una atroz y conmovedora idea de lo que allí sucede nos la ofrece la exposición que puede verse en el Museo Thyssen.
Se trata de una colección de fotografías de intenso dramatismo tomadas por fotoperiodistas anónimos de UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina). Ambientadas en los restos de su capital o en los improvisados campamentos de las playas, reflejan en los rostros de esos seres humanos atrapados en un laberinto sin salida toda la rabia y desolación, el pánico a morir sin saber por qué.
En las imágenes se aprecia la apocalíptica destrucción de la capital palestina y el área de la franja, 365 kilómetros cuadrados, cuyos dos millones de habitantes han soportado durante un par de años bombardeos constantes, abocándose sin recursos ni servicios elementales a la desesperación, al hambre y a la pérdida de seres queridos.
Las operaciones israelíes han golpeado de manera generalizada todo tipo de edificios, incluidas escuelas, hospitales y sedes de Naciones Unidas, objetivos protegidos por el derecho internacional. También lo estaban los trabajadores humanitarios, pero 360 de ellos, miembros de UNRWA, han sido asesinados en Gaza; algunos, junto con sus familias. A pesar de ello, diez mil trabajadores humanitarios siguen atendiendo a la población palestina, arriesgando sus vidas. Como la perdieron los más de doscientos periodistas, casi todos palestinos, abatidos en la contienda.
Cada una de esas imágenes del Thyssen vale más que mil palabras o que mil bombas. Pero ninguno de sus protagonistas las verá. Hasta la memoria les va a ser arrebatada.
Suscríbete para seguir leyendo
- Atraca a punta de cuchillo una tienda de 'El Rincón' en Zaragoza
- BSH reafirma su apuesta por Zaragoza: compra suelo para ampliar su principal fábrica e impulsar un plan de inversión a tres años
- La mayor promoción de vivienda al noreste de Zaragoza comenzará su urbanización 'en la primera quincena de diciembre
- La Aemet alerta de la llegada de una masa de aire frío a Aragón: vuelven las lluvias y caída de las temperaturas
- La vida a contrarreloj de Rubén Sellés en el Real Zaragoza y el ruido de sables a su alrededor
- Una trabajadora de la hamburguesería 'Vicio' acusa a un compañero de violarla en Zaragoza
- Un organigrama descompensado en el Real Zaragoza: más oficinas que fútbol
- Pedro Herrera: 'Ander es un tarado de Boca
