Cuando hablamos de salud solemos asociarla a una vida sana, practicar deporte, hacerse chequeos periódicos, no fumar, no beber demasiado. Ahora muchos hemos descubierto que es algo más. Y todo gracias a esta pandemia.

El importante esfuerzo de médicos, veterinarios e investigadores todos estos meses ha hecho que los medios de comunicación les concedamos un mayor protagonismo, más espacio para escuchar sus consejos y previsiones sobre el virus. Al mismo tiempo, ellos han sabido sacar a la luz otros aspectos más profundos que desde hace años reivindican a la sombra de los focos. Se trata del concepto One Health, una sola salud, una salud global.

Como hemos comprobado esta pandemia, los virus no entienden de países, de límites físicos o espaciales, de especies. Saltan de animales a humanos, de ciudadanos de un país a otro, mutan, se hacen fuertes, más contagiosos incluso, y así hasta que la ciencia les impide hacer el daño que quieren gracias al desarrollo de vacunas. La colaboración entre disciplinas ayuda a trabajar local, nacional y globalmente. La salud es humana, animal y ambiental. Es universal. La amenaza de los agentes infecciosos, también. De ahí la importancia de conectar especialidades.

Estrenamos 2020 hablando de conceptos hasta entonces poco utilizados por la sociedad en general. Salud pública, epidemiología, transmisibilidad, ensayos clínicos. Poco a poco fuimos entendiendo que el mundo entero vivía momentos, preocupaciones y retos similares. Y el planeta se puso manos a la obra. A investigar, a desarrollar vacunas, a fabricar material sanitario con el que paliar la emergencia. Ahondamos en conocer el origen, lo localizamos en el mundo animal y descubrimos que estrechar lazos entre veterinarios y médicos era más necesario que nunca.

En torno a un 60% de los patógenos humanos tienen origen animal. Cada año aparecen de media unas cinco enfermedades nuevas peligrosas para el ser humano, por lo que la prevención y la detección precoz evitaría muchos sustos. Si se están preguntando porqué, miren su plato. Ahí encontrarán seguramente la razón del salto del animal al humano. Forman parte de nuestra cadena alimentaria y, por tanto, de nuestro organismo. Su medicación está detrás, entre otras, de la resistencia a antibióticos desarrollada por las personas.

El mar, la vida submarina, las aguas subterráneas, el aire, los animales. Siempre hemos sabido que cuidar el planeta era mejorar nuestra vida. Somos una parte del todo pero ahora tenemos más conciencia que nunca. A ver si los intereses económicos dejan de estar detrás de los retrasos de planes ambiciosos. A ver si esta es la hora del planeta por fin.