EL TRIÁNGULO

EH Bildu, provocar para errar

Ángela Labordeta

Ángela Labordeta

Van a ser unas elecciones reñidas, porque este 28M los partidos tienen que pelarse hasta el último voto, ya que en muchas comunidades y ayuntamientos la cosa va a ir de un puñado de votos que serán los que inclinen la balanza para que gobiernen bloques de derecha/ultraderecha o bloques de izquierda/centro izquierda, y como toda campaña tiene sus eslóganes y sus ideas que los diferentes candidatos repiten hasta la saciedad. Mientras el PP atacaba con la ley del solo sí es sí, el partido socialista se refugiaba en sus logros económicos y sobre todo en sus avances en cuestiones sociales; Vox, por su parte, demandaba esa España que guardan en la retina y que nada tiene que ver con la actual, pero que ellos siguen reclamando como el lugar donde la patria renace, las mujeres enmudecen y los pobres son más pobres y más españoles. Ciudadanos, en franca retirada, aspiraba a poder seguir respirando y en ese contexto los partidos de índole más local peleaban por alzar su voz y seguir en su constancia de necesidades territoriales y en sus reivindicaciones de España vaciada o de enfrentamiento con un estado central, que algunos quieren centralizar hasta que España sea una y desentendida de sus infinitas, amables y necesarias diferencias lingüísticas, paisajísticas, costumbristas, alimentarias y hasta de pensamiento. Todo muy predecible. Todo dentro del guion esperable que no mueve masas de votos, sino pequeños porcentajes que hacen que la moneda caiga de un lado y no de otro.

Todo seguía esa caligrafía, hasta que los medios de comunicación se hicieron eco de que EH Bildu llevaba en sus listas electores 44 personas vinculadas a ETA, algunas de las cuales fueron condenadas por asesinatos de la banda terrorista y en ese instante se rompieron todos los eslóganes y lógicamente la derecha, la ultraderecha y los partidos de centro se escandalizaron, y los del ámbito de las izquierdas, apenados y confusos, iban asistiendo atónitos a una decisión que de golpe puede al partido socialista y a sus socios Podemos y a otros partidos que han apoyado al actual Gobierno de coalición quitarles no solo un puñado de votos, sino un número que incline muchas balanzas hacia gobiernos de derecha/ultraderecha.

Ayer los siete candidatos de EH Bildu condenados por asesinatos de ETA renunciaron a formar parte de las listas electorales del 28-M. Tarde y mal. El daño ya está hecho y la riña de un plumazo se ha hecho desventaja y dolor.

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