Los valores humanos siempre han tenido un especial calado en la sociedad aragonesa. Durante la amplia trayectoria de estos premios, se ha apreciado que dentro de las fronteras de esta comunidad el no a la discriminación, la inclusión de personas con discapacidad física o intelectual, el fomento de las ayudas a personas con dependencia, la educación, la lucha frente al cambio climático, la inmigración, la pobreza, la atención sanitaria a enfermos y familias y, en definitiva, la solidaridad son cuestiones que se han ido fomentando para así mejorar el bienestar de todas las personas que la habitan.

Personas de carne y hueso, fundaciones o instituciones sin ánimo de lucro, a menudo de forma altruista, han contribuido a hacer de esta Aragón una tierra donde no importa el lugar de procedencia, la enfermedad o las deficiencias. Todos son aptos para desarrollar una vida placentera, libre de ataduras y orientada a su desarrollo personal y profesional.

Este año, los nominados a la categoría Valores Humanos son Apascide Aragón, Marisa Sanz, The Water Van Project y Fundación La Caridad.

En el pasado 25º aniversario, el centenario del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido fue el más votado en esta categoría. Durante este siglo de andadura, se ha convertido en divulgador del respeto y la conservación del medio ambiente. Esta belleza paisajística se suma así a la orla de ganadores que abrió los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña en el 1994.

En el transcurso de estos años, diversas entidades bancarias, en su plano más solidario, como las actuales Fundación CAI y Fundación Ibercaja, también salieron de la gala con la estatuilla bajo el brazo. En el sector de la salud, Urgencias Hospitalarias de Zaragoza en el 1999, Cruz Roja Zaragoza en el 2001 y el Hospital San Juan de Dios en el 2002 se unieron a esta magnífica lista, que completan varias asociaciones, como Afeda, Asza, Amac-Gema, Aspanoa o Atades, entre otras. Toda una muestra de que en Aragón cualquier circunstancia se convierte en un motor para progresar.