La investigación, y especialmente si es en el sector de la ciencia y la tecnología, es una de las mejores apuestas por el desarrollo y la mejora de la calidad de vida de una sociedad.

En la comunidad de Aragón la calidad de las investigaciones y el alto nivel en la formación de los profesionales son algunas de las grandes apuestas de este sector que no deja sino de mejorar año tras año y que ha demostrado que es posible realizar investigaciones de calidad. Por eso los Premios Aragoneses del Año han tenido siempre presente esta categoría, destacando el buen hacer realizado por los profesionales que desarrollan su trabajo en el territorio aragonés.

En esta ocasión, los nominados en la categoría Ciencia y Tecnología son la Asociación de Investigadoras y Tecnólogas de Aragón (AMIT), Ramón Torres y María Pilar Milagro-Pérez, Ana Serrano y Nunilo Cremades.

El premio se inauguró en 1994 condecorando al catedrático Francisco Grande Covián, y también el de profesionales como los que forman el equipo de trasplantes del Hospital Miguel Servet, al servicio neurológico y de oncología del Hospital Clínico. En el 2004 fue el laboratorio de neurobiología de la Universidad de Zaragoza el que recibió este galardón, que también se entregó al servicio de Urgencias del Hospital Infantil, o al Servicio y Urgencias en los Pirineos (SUP), todos ellos de gran importancia para todos ciudadanos y una labor que tiene un gran calado social.

El año pasado la galardonada en esta categoría, Pilar Gayán, reivindicó el papel de las mujeres que rompen con lo establecido en profesiones eminentemente masculinas y apostó por usar nuevas tecnologías que no contaminen el medio ambiente. Toda una declaración de intenciones para un sector en el que la mujer sigue luchando para alcanzar el espacio que se merece mientras se sigue necesitando una continua inversión en múltiples proyectos para conseguir que los profesionales puedan seguir desarrollando su actividad en Aragón y sumando hitos a los muchos ya conseguidos a lo largo de todos estos años.