Víctor Fernández llegó a mediados de diciembre a un Real Zaragoza en caída libre y que sobre todo era un poema ante su gente, un equipo que en nueve partidos de local en la temporeda pasada, cinco con Imanol Idiakez y cuatro con Lucas Alcaraz, solo había sido capaz de sumar una victoria, frente al Rayo Majadahonda en el debut liguero y ocho puntos. Era, junto con un Reus que iba a ser expulsado y descendido administrativamente, el equipo que menos victorias había sumado como local. Ahora, es el que más puntos acumula en los partidos ante su afición, con 10, igualado en esa estadística con el Cádiz y el Girona, los tres con un triplete de victorias y un empate.

Así que el Zaragoza que recogió Víctor hace diez meses ha sufrido una gran transformación como local. Esos ocho puntos en nueve citas el curso pasado cuando aterrizó el técnico los empeoraba el Reus, con siete y con una delicada situación, y el Extremadura, que también llevaba siete, pero había sido capaz de ganar dos partidos, por uno solo el conjunto aragonés, que vivía un tremendo sumidero de puntos en el Municipal.

El técnico ya logró el curso pasado mejorar el balance de local. De los ocho puntos de 27 posibles (el 29,6%, con una victoria, cinco empates y tres derrotas) cuando aterrizó se pasó a 17 de 33 (el 51,5%, con cinco triunfos, dos tablas y cuatro derrotas) con él a los mandos. Y, además, ese balance es sin contar la victoria en los despachos ante el descendido Reus en la jornada 35, que aún mejoraría más los datos de Víctor en La Romareda. Pese a ese efecto positivo de su llegada, el Zaragoza acabó con unos malos números globales de local, producto sin duda de su mal inicio, con el mismo número de triunfos, de empates y de derrotas, siete, y un total de 28 puntos, para ser el decimoctavo en la tabla de menos producción casera el curso pasado.

Esta temporada el cambio ya es abismal. El Zaragoza ha comenzado como un tiro ante su gente, pese al frenazo del empate sin goles ante el Lugo al que no se le pudo superar pese a tener hasta 25 remates y que contó con la ayuda del colegiado, que no expulsó a Pita. El equipo aragonés antes había vencido al Tenerife (2-0), al Elche (1-0) y al Extremadura (3-1), por lo que su balance global es de 10 puntos, con seis goles a favor y solo uno en contra, unos números que destacan la fortaleza del conjunto zaragocista, también el menos goleado en su campo junto con el Almería, ambos con solo una diana en contra en cuatro partidos.