--Se está viviendo un ambiente enrarecido en Vallecas y la plantilla y el cuerpo técnico han hecho un comunicado a la afición para que animen. ¿Cómo lo explica?

--Es una petición hacia nuestra afición para que dejen al lado los problemas que tienen con nuestro presidente porque Vallecas no está siendo la misma. Es un ambiente irreconocible, frío, crispado y agrio. Todo propiciado por unos problemas entre el presidente y la afición que nosotros no hemos generado, pero tenemos que sufrir y en los que estamos intentando mediar. Lo más importante es el equipo, sus objetivos deportivos y su futuro, y nos tienen que ayudar nuestros aficionados.

--El Rayo tiene el segundo límite salarial de la categoría, con más de 19 millones de euros. El objetivo no puede ser otro que subir y no terminan de alcanzar la zona alta, con muchos empates y goles encajados.

-A ver… que seamos el segundo límite salarial más alto no quiere decir que hayamos gastado en función de eso. LaLiga nos dio ese límite, pero no hemos gastado hasta ahí, ni muchísimo menos. Hay cuatro o cinco clubs que han utilizado más dinero que nosotros. El objetivo es el ascenso, claro, pero estamos siendo un equipo que ha empatado demasiados partidos y por eso andamos en una situación un poco más retrasada, pero estoy contento con el equipo, porque crea juego y seguro que los resultados van a llegar.

--El fútbol no son matemáticas, a veces es demasiado ilógico y los resultados no llegan.

--Pues si no lo hacen será porque no demostramos ser tan buenos como la gente piensa que somos. La teoría es que el Rayo tiene argumentos para subir, pero en esta vida no eres tan bueno como dices que eres sino como demuestras que eres. Y hasta ahora no hemos demostrado que somos tan buenos. En el Rayo se hizo así la plantilla porque se intuyó el rendimiento que puede dar. Si no lo da es porque nos hemos equivocado todos.

--¿Cómo ve al Zaragoza? También le está costando y es irregular en esta temporada.

--Es un equipo que juega bien al fútbol y que ya sabiendo el entrenador que tienen puedes intuir lo que va a ser en el campo. Lleva muchos años intentando encontrarse, ser una opción seria para intentar subir, porque el Zaragoza solo piensa en volver a estar en Primera. Para mí ha hecho una buena plantilla, se ha reforzado bien y seguro que, si las cosas van con normalidad, va a estar luchando por estar entre los seis primeros y para ascender

--¿El estilo de Víctor es similar al suyo en la propuesta ofensiva?

-- Sí, tenemos bastantes similitudes. Víctor ha cuidado mucho siempre la estética de sus equipos. En ese aspecto nos parecemos un poco, cada uno con sus influencias y peculiaridades, pero está claro que no somos dos equipos de especular sino de proponer para buscar el triunfo.

--¿Con quién se queda del rival?

--Nosotros hablamos siempre de grupos, porque en esta categoría no hay ningún jugador que te gane un partido él solo. No hay esa diferencia que existe en Primera cuando te enfrentas a equipos con jugadores que deciden victorias. A la hora de analizar el rival no hacemos demasiado énfasis en los futbolistas sino en qué aportan y cuánto de importantes son para el funcionamiento del bloque para, a partir de ahí, intentar que no lleguen a serlo.

--¿Se puede augurar que será un partido de muchos goles?

--Nunca se sabe. Lo que se puede asegurar es que será un partido bonito para el espectador, para que se divierta. Que haya menos goles o más dependerá del acierto. Pero si yo fuese un espectador me resultaría atractivo a priori ver este encuentro.

--Atienza, Cristian, Vigaray… el Zaragoza tiene bajas importantes.

--Todos tenemos. ¿Puedo contar yo cuántas tengo? Los problemas los tenemos todos, lo que hay que hacer es buscar soluciones. Nunca me fío de los equipos con bajas.

--¿Es un duelo entre aspirantes al ascenso?

--Quiero pensar que sí y ojalá lo sea. En la mente del Rayo no existe otra cosa que subir y creo que el Zaragoza tampoco puede pensar en otra cosa que no sea por lo menos meterse entre los seis primeros.

--Estuvo cinco temporadas y media en este club, donde vivió un descenso y un ascenso, además de una Copa. ¿Cómo lo ve desde la distancia anclado en Segunda?

--Con las ganas y el deseo de verlo pronto en Primera, porque yo he pasado 5 años y medio de mi vida allí y una de mis hijas nació en Zaragoza. Es un sitio muy importante en mi carrera deportiva y personal. Siempre miro a ese equipo con mucho cariño, porque me unen muchas cosas a la ciudad y al club. Creo que el llevar tantos años en Segunda ha hecho reconducir un poco las cosas que habíamos vivido como jugadores, tras tantos años en la élite y en Europa o peleando por títulos. La gente no estaba acostumbrada a esto, a la Segunda, y creo que lo importante es seguir trabajando a pesar de esa presión por subir, de saber que nadie está contento viendo al Zaragoza ahí, pero hay que ir poco a poco, haciendo un proyecto con futuro y con cabeza para volver a Primera, que es algo complicadísimo.

--Si le hubieran dicho entonces que el Zaragoza iba a estar siete años en Segunda…

--Era impensable. Habría dicho que era imposible o prácticamente, pero cosas de estas te enseñan que en el fútbol para lo bueno y para lo malo nada lo es. Este deporte tiene un componente de sorpresa muy grande, pero por la racha que llevábamos, por la cantidad de años en Primera, por el equipo que siempre ha sido, es que nadie podía pensar que iba a pegarse un club así siete años en Segunda. Y ojalá que se corte lo antes posible, porque esto no se sabe cuánto va a durar.

--¿Con quién conserva contacto?

-- Con Garitano, Aguado, Aragón, Juanele, José Ignacio… Cada uno ha tirado para un sitio, pero cuando voy a Zaragoza he quedado para comer con Xavi o con Santi. Las relaciones con los amigos son lo más importante que te llevas de las etapas que vas pasando en la vida y procuro mantenerlas.

--¿Y de los que están ahora en el club?

--Con Paco Checa y con Cuartero. Al primero le saludé en Riazor porque fui a ver ese partido, el último de Lucas Alcaraz, curiosamente. A Cuartero lo saludaré en Vallecas y con Alberto (Belsué) hice mucha amistad, aunque no llegamos a coincidir en el campo, porque siempre venía en el grupo cuando yo estaba allí.

--Poyet siempre dice que entrenará al Zaragoza. ¿Y usted?

--Cuando has estado tanto tiempo en un sitio y guardas tan buen recuerdo siempre quieres volver, pero los caminos de los entrenadores son inescrutables. Hasta ahora que yo sepa no hubo posibilidad alguna de ese retorno porque no han cuadrado nuestros caminos. Si eso ocurre en el futuro, el club no tiene entrenador y yo estoy sin equipo, pues seguro que alguna posibilidad habrá. Cuando me hice entrenador una de las cosas que tenía claro es que me gustaría ser técnico de todos los equipos en los que he jugado. Es romanticismo, lo sé. Ya lo he conseguido en el Rayo y en el Córdoba, pero aún me quedan algunos. Me restan el Deportivo, el Murcia y, claro, el Zaragoza. Y hay cosas que son más factibles que otras, pero me gustaría al retirarme poder decir que he cumplido ese deseo.

--Sus detractores le suelen acusar de ser demasiado sincero, de ir demasiado con las claras.

--Igual es que este país va como va porque faltan personas sinceras y hay demasiado mentiroso, demasiada gente que no tiene los suficientes huevos de decir lo que piensa. Por eso tenemos un país que es una preciosidad, pero que está totalmente prostituido. Mi padre me enseñó mucho, aunque no me pudo dar grandes cosas materiales, y una de sus enseñanzas fue que cuando uno habla con el corazón en la mano y de frente no tiene nada que temer. ¡Es que ahora nos extraña que una persona sea valiente a la manera de hablar! Si nos tendría que extrañar todo lo contrario, los que hablan sin decir nada o los que dicen cosas sabiendo que no las van a hacer. Y este país está plagado de esos.

--Está claro que no va a cambiar…

--Lo siento mucho al que no le guste. Fue lo que me enseñó mi padre y ya soy muy mayor para cambiar. ¿Para qué? ¿Para volverme un mentiroso y un hipócrita como muchos? No, por favor, tengo ya demasiados defectos como para sumar otros.