No lo había hecho hasta ahora tras el parón, pero las delicadas circunstancias lo requieren. Víctor Fernández habló en rueda de prensa telemática de la situación actual del Real Zaragoza en la previa del duelo de este viernes en Albacete y salió al paso para defender a su plantilla, que recordó que hace apenas algo más de un año estaba casi en Segunda B y ahora luchando por subir a Primera, y dar un mensaje claro: no habrá rendición a pesar de lesiones, percances, golpes morales y resultados adversos. Eso sí, demandó a su equipo que juegue con más agresividad, que retome el camino que le ha traído hasta aquí para volver a ganar.

Sobre qué le sucede al Real Zaragoza, el técnico habló de «muchísimas razones», entre las que se encuentran «el formato» de la competición, que implica «jugar cada 72 horas con una plantilla mucho más corta que el resto de equipos porque no tenemos presupuesto para una más amplia; también que hay «cinco o seis lesionados y otros cayeron antes de arrancar la competición»; que algunos futbolistas «han jugado infiltrados y es algo que se tiene que saber»; y que «hemos perdido la fidelidad y el calor de la afición, de 28.000 personas».

Las consecuencias son que «no hemos tenido respuestas futbolísticas y anímicas» a todo ese compendio de causas y el fútbol, para Víctor, «ha sido muy cruel e injusto con nosotros», pero advirtió que «imposible es algo que no se intenta y lo vamos a seguir intentando hasta el último segundo y el último suspiro».

Sobre el apartado moral, el equipo y él mismo están «mejor», pero también confesó que «no han sido días fáciles» antes de hacer una defensa de su plantilla. «Se buscan muchas excusas y se usan muchos tópicos, que si el equipo está mal físicamente, que si no sabe cómo juega… Yo les digo dos cosas a los jugadores. Si tienes un problema el primer paso es reconocerlo y ya poner las medidas adecuadas para superarlo. Y segundo, tener capacidad de autocrítica y ser impermeable a lo de fuera», dijo antes de dejar una sentencia lapidaria: «Estos jugadores llevan 17 meses en los que han pasado de estar en la más absoluta miseria, en la más absoluta basura, en la mayor deshonra de la historia del Real Zaragoza, que era tener los dos pies en Segunda B, a ser un equipo ambicioso, ganador y que aspira a subir a Primera y eso no es casualidad, es consecuencia de un trabajo».

Opiniones dispares

De todos modos, no ocultó que «estaríamos mucho más felices» si se gana en Albacete, pero también sabe que los manchegos «se juegan mucho, están en descenso y tienen una presión tremenda». Aun así, el Zaragoza tampoco está para tirar cohetes y en la plantilla hay división de opiniones sobre qué sucede. Algunos, afirmó Víctor, creen que «es tema futbolístico» y otros «anímico», pero todos «son conscientes de la inquietud» y la tarea del técnico, su ocupación actual, es «intentar reconstruir todas las pautas» y, de hecho, no descarta «una aportación o ayuda externa».

Y de cara al partido de este viernes, más allá de las razones que han llevado a esta mala racha, Víctor demanda a sus jugadores «tener mucho más control de balón y un punto más de actitud agresiva y determinación», ya que hizo repaso del encuentro frente al Real Oviedo y detectó que hubo más actitud de la que pensaba en un primer momento, pero el equipo hizo «17 pérdidas en 30 minutos que son 17 proyectos de ataque del contrario y es algo que debemos mejorar» en el Carlos Belmonte.