El Comité de Competición de la Federación Española denegó este viernes por la tarde la solicitud del juez instructor, Ricardo Díaz Esteban, de dar el partido por perdido al Fuenlabrada ante el Deportivo y de conceder la cautelar para que se pudieran realizar los 'playoffs', que vuelven a quedar muy en el aire, ya que la propuesta de LaLiga sigue por el momento en paralelo al expediente disciplinario y su resolución será muy lenta. Con esa cautelar, el Elche pasaba a ser sexto clasificado, tal y como dictaminó LaLiga, y el rival del Zaragoza, con el Girona y el Almería en la otra eliminatoria. El Fuenlabrada aún puede jugar pues la promoción y se mostró dispuesto a hacerlo a partir de este domingo. Así lo pidió, pero la solicitud también ha sido denegada por el Comité de Competición. En la patronal de los clubs y también en los equipos implicados en la promoción ya se barajaba la próxima semana para empezar a disputar esta promoción, pero la decisión de Competición supone una nueva parálisis.

Competición podría decidir ahora tras la propuesta de sanción del instructor una vez haya realizado las testificales, que se suspendieron este viernes, o dilatar más un proceso en el que después cabrían recursos ante Apelación, el TAD y la justicia ordinaria. Así, la sensación es que la promoción, con la fecha límite del 16 de agosto, o a más tardar el 23, está más en el aire que nunca.

Este comité de la Federación Española de Fútbol, el órgano formado por Carmen Pérez, como presidenta y Pablo Mayor y Lucas Osorio como vocales, suele aceptar las propuestas del instructor, pero esta vez no sucedió así, pese a que en el informe criticaba por su actitud en el brote de coronavirus que tuvo al equipo madrileño. El fallo del instructor hubiera apartado al Fuenlabrada de la promoción de ascenso a Primera, a la que accedería el Elche, y dejaría al Deportivo en las posiciones de descenso, pero un puesto más arriba de su situación actual, algo que no le permitiría eludir la pérdida de categoría, aunque eso sí pasaría con un descenso administrativo del Fuenlabrada, una opción que cobraba fuerza tras el primer informe del instructor.

En la providencia del instructor, especialmente crítica, recogía que el sábado 18 antes de jugar el lunes en Riazor se tenía constancia de, al menos, un positivo por coronavirus dentro de la plantilla del CF Fuenlabrada, circunstancia que obligó a la realización de nuevas pruebas a todos los miembros del equipo, resultando que, un total de 4 miembros del equipo madrileño arrojaron resultados positivos en covid-19 antes de la mañana del lunes.

Ese día, el del partido con el Deportivo, y habida cuenta de los resultados positivos de varios miembros de la plantilla y cuerpo técnico del club, se realizaron nuevos test PCR a la expedición del Fuenlabrada que viajaba en avión desde Madrid. Una vez la expedición se encontraba en la ciudad de La Coruña, en el hotel donde se alojaban, alrededor de las 17.15 horas el laboratorio que realizó los test informó a LaLiga de 8 casos más de positivo en las pruebas realizadas ese día por la mañana.

Sostenía el instructor que «la conducta del club expedientado produjo una grave alteración del buen orden deportivo, con afectación de la integridad y la igualdad de los participantes en la competición deportiva».

Expuso también que el sábado 18, al conocer el primer positivo, «se debió haber establecido comunicación con las autoridades sanitarias y con la Comisión de Seguimiento para el covid-19 de la Federación Española y LaLiga a fin de poder valorar la situación desde el punto de vista competicional y de salud, y adoptar la decisión más adecuada y acorde a la integridad de la competición».

Así, ahora tendrán lugar las testificales la próxima semana, a las que tienen que presentarse por vía telemática el presidente del Fuenlabrada, Jonathan Praena, el entrenador, José Ramón Sandoval, el médico, Juan Manuel Blanco, el jugador Hugo Fraile y su representante, además de requerir documentación a LaLiga, al hotel donde se ha confinado el Fuenlabrada, a la compañía en la que voló el equipo o al propio club madrileño, entre otros.

La ralentización de la promoción por estos recursos podría llevar a que LaLiga se viera forzada a decidir el ascenso con una comisión junto a la Federación y con el Zaragoza como tercero, una opción que la LFP no desea porque apuesta por acabar como sea la competición con los playoffs.