El covid-19 es historia para Francho Serrano, que acumula ya varios entrenamientos desde que dio negativo tras 16 días confinado. El canterano no sufre secuelas ni se encuentra más cansado de lo normal, por lo que todo apunta a que estará listo para el trascendental duelo del lunes ante el Mirandés. Y falta que le hace a un Zaragoza que le ha echado de menos. Sin él, el equipo aragonés logró ganar al Tenerife en casa (1-0) pero ha perdido en los desplazamientos a Oviedo (1-0) y Vallecas (3-2), aunque la situación clasificatoria no ha variado gracias a que los rivales directos no han aprovechado el bache de los aragoneses. A un punto del descenso estaba el Zaragoza cuando Francho dio positivo tras caer en La Romareda frente al Alcorcón (0-1) y a un punto está ahora.

Pero la presencia del canterano se antoja esencial en un equipo que necesita su despliegue, sacrificio y recorrido. Y eso que, en su ausencia, Zapater ha rendido a un notable nivel. De hecho, el ejeano, el mejor del equipo en Vallecas donde completó un meritorio encuentro hasta que fue sustituido en la segunda mitad, ha sido el centrocampista más regular del Zaragoza en ausencia de Francho, al que ha relevado en el once en las tres citas que se ha perdido el joven medio. La pareja de Zapater en Oviedo y Vallecas fue Eguaras, que, como el equipo, se fue cayendo con el paso de los minutos ante el Rayo.

Es, precisamente, ese oxígeno que aporta Francho lo que más precisa un Zaragoza que se asfixia conforme avanza el partido. De hecho, 21 de los 29 goles encajados (y 16 de los 18 últimos) han llegado en las segundas partes, muestra inequívoca de lo largos que se hacen los partidos a un equipo incapaz de reaccionar cuando recibe primero.

Además, el Zaragoza nunca ha perdido en casa cuando Francho ha sido titular en el centro del campo si solo ha tenido la compañía de otro mediocentro. Y si la medular ha estado compuesta por el canterano y Eguaras sin otro centrocampista actuando como interior, el conjunto blanquillo siempre gana. Así sucedió ante Lugo (1-0), Logroñés (2-0) y Ponferradina (1-0). También ante el Fuenlabrada se venció por la mínima con Francho en el doble pivote, aunque entonces su pareja fue Ros, como ante el Mallorca (0-0). Frente al Girona, el dúo lo integraron Francho y James (2-2).

La cosa cambia radicalmente cuando el Zaragoza juega en casa con tres medios en el centro, aunque uno de ellos caiga hacia un lado. Con esa disposición el equipo ha sufrido casi todas sus derrotas en La Romareda, aunque Francho estuviera entre ellos. Como ante Rayo (1-2) y Alcorcón (0-1), cuando el centro del campo zaragocista estaba compuesto por Francho, Eguaras y James. En los otros dos choques que se perdieron en casa no estaba el canterano. Frente al Oviedo (1-2) formaron de inicio Zapater, Ros y Eguaras y ante el Málaga (1-2) el Zaragoza jugó con la dupla Ros-Eguaras.

Aunque el equipo de JIM también sabe ganar en casa sin Francho en el once. Así lo demostró en el último encuentro frente al Tenerife (1-0). Entonces, James y Zapater ejercieron en los ejes de la medular. En todo caso, faltaría por averiguar cómo funcionaría la mezcla entre Francho y Zapater sin otro mediocentro más ya que los dos aragoneses solo han coincidido cuando se ha jugado con tres centrales (ante Espanyol y Castellón) y junto a Eguaras, nunca solos.