Acumula el Real Zaragoza tres derrotas en los cuatro últimos partidos y a este duelo del lunes para cerrar la jornada ante el Mirandés, cuando la recta de llegada se divisa a solo 13 citas, llega en la frontera del descenso, empatado a puntos con el infierno que abre el Alcorcón, en un estado absoluto de necesidad cuando por La Romareda asoma el conjunto burgalés (21.00 horas. Gol), mucho más desahogado en la clasificación y una clara amenaza para este Zaragoza que vive en un túnel casi desde el principio de curso. En él, vio un panorama absolutamente negro hasta que llegó JIM a mediados de diciembre, que fue capaz de abrir una luz, un firme destello de esperanza que se ha vuelto tenue con los últimos resultados. El Zaragoza sigue dependiendo de sí mismo, pero cuenta con menos motivos para ver un fogonazo claro en el que creer entre tanta oscuridad.

Necesita el equipo blanquillo un triunfo que abra brecha con el descenso y despeje el horizonte tan nublado de las últimas semanas, ese que se tornó en terrorífico tras el bofetón en Vallecas, cuando el Rayo le levantó un 0-2 en una segunda parte desastrosa que incidió en los regalos que concede este equipo, al que su falta de pegada le ha condenado a sufrir y sus concesiones defensivas le están llevando en los últimos tiempos a aumentar la sensación de peligro. Ante el Alcorcón, el Oviedo o el Rayo fue un alma caritativa que da regalos a sus rivales y eso se paga caro en esta Segunda. Mucho más cuando se tiene tan poca pólvora en ataque.

El duelo es de vital necesidad para este Zaragoza, que se asoma a un abismo de terribles consecuencias por mucho que la propiedad actual, veremos si la futura, se esfuerce en confirmar que la Segunda B no supondría un punto y final a una historia que acaba de cumplir 89 años. Como mínimo, significaría un tremendo varapalo económico que dejaría al Real Zaragoza con una estocada de terribles consecuencias. En evitar eso está el equipo, pagando la desastrosa planificación del verano pasado, los errores en la gestión de la entidad y la propia debilidad de una plantilla en la que son demasiadas las apuestas fallidas en el ataque y apenas se subsanaron en enero, solo con la llegada de Álex Alegría, que de momento ha devuelto con un gol su rol de insustituible en ataque.

El Zaragoza necesita amarrarse a la sobriedad atrás para hacer posible la permanencia y confirmar que en La Romareda tiene el billete para sellar tan vital pasaporte. Le restan siete duelos, con el de este lunes, en el Municipal y ha ganado cinco de los últimos seis, cuatro de ellos con JIM, en un estadio vacío aunque con el alma del zaragocismo. En esas gradas de atronador silencio es donde el equipo debe terminar de edificar una permanencia que le va a exigir no menos de cinco triunfos porque está claro que su maleta viajera invita a tener nula confianza en sus posibilidades, ya que es el peor visitante de Segunda.

La hora de Peybernes

JIM afronta la cita sin Francés, sancionado, y con Peybernes, de primera titularidad y segura novedad en el eje, para sustituir al canterano, el mejor zaragocista en los últimos meses. Tampoco están el casi eternamente lesionado James, Atienza y Ros, aunque el alicantino recupera a otro fijo, un Francho que regresa a la medular, en principio para aumentar el peso en el medio con tres centrocampistas sacrificando a Chavarría y orillando a la izquierda a Juanjo Narváez. También vuelve Sanabria, tras superar su lesión, pero su sitio estará por ahora en el banquillo.

El Mirandés, noveno clasificado y séptimo mejor visitante, llega a La Romareda mucho más tranquilo y en un buen momento general, aunque su estadística refleje solo un triunfo en las últimas cinco citas. Con hasta 14 cedidos, con mucha juventud y talento, el equipo de José Alberto aún mira de reojo al playoff, lo que sería una heroicidad para el tercer límite salarial más bajo de Segunda. Iván Martín, Jirka, Pablo, Álex López o Cristo son la amenaza arriba de un rival lleno de desparpajo y que visita a un Zaragoza angustiado, con ya pánico por ver que el túnel, lejos de tener salida, se ha vuelto otra vez negro. Y la luz solo puede llegar con victorias.

Alineaciones probables

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray, Peybernes, Jair, Nieto; Bermejo, Francho, Zapater, Eguaras, Juanjo Narváez; y Álex Alegría.

Mirandés: Lizoain, Victor Gomez, Vivian, Berrocal, Javi Jiménez, Messeguer, Javi Muñoz, Álex López, Pablo Martínez, Iván Martín y Cristo.

Árbitro: Trujillo Suárez (Comité Tinerfeño).

Hora: 21.00 horas. La Romareda

Estadio: La Romareda.