Marcarle un gol al Real Zaragoza en La Romareda comienza a ser una misión casi imposible desde que JIM tomó las riendas de un equipo que apela a su fortaleza como local para continuar vivo. De hecho, siete de los nueve últimos rivales que han pasado por el estadio municipal han vuelto a casa de vacío. Los otros dos marcaron, pero solo un tanto, y únicamente al Alcorcón (0-1) le sirvió para puntuar. El Almería (2-1) se quedó con las ganas.

Así, el único rival que ha sido capaz de batir a Cristian en estos nueve últimos duelos disputados en La Romareda fue Robertone (Almería), pero el tanto no sirvió para que su equipo lograse algo positivo. El otro tanto encajado por el equipo aragonés en casa con JIM en el banquillo fue obra de Cristian en propia puerta ante el Alcorcón al desviar hacia su propia portería un saque de esquina.

De este modo, el Zaragoza de JIM ya es el equipo menos goleado de la categoría como local desde que el tercer inquilino del banquillo aragonés tomó el mando. Ni siquiera el Tenerife, el único que supera el registro de puntos de los blanquillos en casa durante este tramo, aguanta el pulso de los zaragocistas en solvencia defensiva. 

El Sporting fue, el pasado viernes, el último en sufrir la seguridad atrás de un Zaragoza que aguantó como pudo las acometidas de Djurdjevic, que, al igual que Sadiq hace quince días, tampoco pudo marcar en La Romareda. Ambos delanteros son, junto a De Tomás, los máximos goleadores de la categoría, pero no pudieron con Cristian Álvarez, providencial el viernes al desviar milagrosamente un remate del balcánico en los primeros compases del segundo periodo.

En esa sobriedad atrás y en reducir al máximo la cantidad de ocasiones de gol de los adversarios se refugia un Zaragoza con evidentes problemas ofensivos. «Dejar la portería a cero es muy importante para nosotros», ha reiterado el técnico en numerosas ocasiones. La proclama, repetida por sus jugadores, pretende advertir de que la permanencia en Segunda queda condicionada a que el equipo mantenga su consistencia defensiva. 

Nadie marca más de un gol en La Romareda desde el 25 de noviembre, cuando el Rayo Vallecano se llevó la victoria (1-2) con Iván Martínez en el banquillo. Cinco meses después, Fuenlabrada (aún con Iván), Lugo, Logroñés, Ponferradina, Tenerife, Mirandés, Cartagena y Sporting (todos con JIM) se quedaron a cero.

Tres pruebas más

Claro que ese poderío defensivo del Zaragoza de JIM afronta a partir de ahora la gran prueba de fuego. Porque gran parte de las opciones de salvación del conjunto aragonés pasan por mantener el candado en la puerta de casa en los tres encuentros que todavía quedan por disputarse en La Romareda. Y dos de ellos serán ante equipos de la zona alta de la clasificación. Especialmente complejo será el próximo duelo que se disputará en el estadio municipal y que medirá a los de JIM con el Espanyol, actual líder y principal favorito al ascenso. Dos semanas después será el Castellón, rival directo en la pelea por la supervivencia, el que visitará la capital aragonesa y el Leganés, candidato al playoff, será la última de la temporada.

Esa solvencia adquiere una especial relevancia en función de las rotaciones que JIM está aplicando en el centro de la defensa, donde Jair, Peybernes y Francés se están turnando en la titularidad. El canterano y el galo fueron los elegidos ante el Sporting en una clara apuesta del técnico por la rapidez de Francés para contrarrestar la velocidad y el dinamismo de Djurdjevic. Y el aragonés respondió a la perfección completando un encuentro soberbio.

Era el segundo partido en que Francés compartía el eje defensivo con Peybernes. El primero había sido el disputado ante el Cartagena también en La Romareda y que, de igual modo, se saldó con empate sin goles. Así, el Zaragoza con esa pareja de centrales todavía no ha encajado un solo tanto. 

Sin embargo, Francés no es titular fuera de casa desde el 12 de marzo, cuando el Zaragoza cayó en Vallecas (3-2) ante el Rayo. Desde entonces, solo ha formado parte del once inicial en casa (ante Cartagena, Almería y Sporting).