Es un tema recurrente la posición de Juanjo Narváez, sobre todo en los últimos meses. Y es que JIM lo ha alternado en dos puestos, en punta de lanza como pareja del ariete o, sobre todo últimamente o cuando ha jugado con trivote en el medio, en la banda izquierda. El caso es que el cafetero, máximo goleador del equipo, no se ve en el carril. No demasiado, desde luego, y siempre lo deja entrever con más o menos claridad. Y este lunes lo ha hecho con bastante, recordando que tras la llegada de JIM vivió una buena racha ante el gol jugando más cerca del área. “Me gusta estar más arriba y cerca del área, como en las primeras jornadas, cuando tuve esa racha positiva, pero las circunstancias son las que son y estoy para ayudar donde sea, donde me requiera el entrenador. Me dice que debo arrancar desde la izquierda, tirar centros, meterme hacia dentro para crear juego. El equipo, como siempre digo, está por encima de todo y quiero dar el 100% siempre”, reflejó el punta, que es el único jugador de la plantilla que ha participado en las 36 jornadas del campeonato, 35 de ellas como titular.

El caso es que Narváez cumplió ante el Sporting su quinta jornada sin ver puerta, algo que no logra desde la cita en Las Gaunas, cuando anotó el gol del empate a centro de Zapater. En el Zaragoza, donde ha vivido su mejor año goleador en España como profesional, ya ha estado otras veces cinco partidos sin marcar, entre las jornadas 6 y 10 y 24 a 28, por lo que si no ve puerta en el Anxo Carro pasará su mayor sequía como zaragocista. “Llevo unos partidos sin marcar pero aporto otras cosas al equipo. Me he visto obligado a retrasar un poco mi posición y a ayudar más al lateral y eso me aleja de la portería, pero prima el grupo”, incidió el Pichichi del equipo, autor de 9 de las 26 dianas sobre el césped de este Zaragoza tan paupérrimo de recursos en ataque.

De hecho, ante el Sporting fue el decimosexto choque liguero sin anotar de 36 disputados, para sumar un punto que se valoró positivamente por la entidad del rival, aunque Narváez aseguró que “me fui cabreado porque tuvimos opciones para los tres puntos, que era lo que queríamos y más en nuestro campo”, aseveró, sin entrar a juzgar a los que dieron ese empate por valioso, aunque al final de la jornada y con la victoria del Cartagena haya supuesto recortar la distancia con el descenso, que ahora es de cuatro puntos. “Cada uno puede hacer sus interpretaciones y somos muchos. Soy muy exigente conmigo mismo y quería ganar. El partido estaba abierto para poder lograrlo y tuvimos opciones. Por eso me fui cabreado, aunque sumar a estas alturas ante un equipo que pelea por estar arriba es importante”.

Ante el Lugo, en todo caso, no vale solo empatar y es vital ganar para hundir a un rival directo, aunque Narváez avisó que “nos ha costado algo más sumar con los equipos de abajo”, para evitar cualquier tipo de relajación ante un enemigo en descenso y que lleva 14 jornadas sin ganar. “En Lugo tenemos un partido vital, muy importante y que puede decidir el futuro del equipo. Está siendo un año difícil para todos, quedan partidos vitales y somos profesionales y queremos quedar lo más arriba posible. Es importante que siempre compitamos hasta el último minuto, no dar nada por perdido,”.

"A los aficionados los necesitamos mucho, está siendo un año complicado, pero seguro que este equipo va a dar la cara y vamos a sacarlo adelante"

Con la afición sin poder entrar en La Romareda desde hace 14 meses, desde el 23 de febrero del 2020, el calor de la hinchada es más difícil sentirlo, aunque el zaragocismo se lo hizo llegar al equipo el viernes acompañando al bus y en el recibimiento en el estadio. “Se me pusieron los vellos de punta al salir del hotel y ver a tanta gente que nos había venido a apoyar. Es muy bonito sentir ese calor de la afición y más ahora cuando no pueden entrar al estadio, eso se agradece porque se hacen sentir. Los necesitamos mucho, está siendo un año complicado, pero seguro que este equipo va a dar la cara y vamos a sacarlo adelante.