Del empate en Lugo el Zaragoza sacó un punto agónico que puede ser muy valioso y un empujón anímico por la forma en que se produjo, en el último instante y con el gol de cabeza de Cristian Álvarez, pero Juan Ignacio Martínez se marchó del Anxo Carro con una dolorosa espina, casi una daga, clavada con los dos goles de estrategia que marcó el cuadro lucense, en una especialidad, la pelota parada, en la que el equipo zaragocista había mejorado en los últimos tiempos, sacando buena nota ante rivales fuertes en esa faceta como el Almería, el Fuenlabrada o el Sporting. Sabía el técnico que el gran peligro, con enorme diferencia, de un Lugo repleto de dudas y de falta de confianza tras más de tres meses sin ganar estaba en esa faceta, con jugadores como Manu Barreiro, Chris Ramos, Cristian Herrera, Venancio, Pita o Djaló, aunque este último al final no jugó, y por ahí llegaron los dos goles.

JIM: "Me voy con esa cosa de la penalización a balón parado bastante fastidiado, habíamos trabajado ese aspecto y habíamos modificado el once con respecto al Sporting por ello”,

Ya lo dijo nada más terminar el partido, en los micrófonos de Gol. “Me voy con esa cosa de la penalización a balón parado bastante fastidiado, habíamos trabajado ese aspecto y habíamos modificado el once con respecto al Sporting por ello”, dijo. Se refería a la entrada de Vigaray en lugar de Tejero en el lateral derecho para aumentar la fortaleza aérea y a una defensa en zona en los córners que no funcionó. Hugo Rama fue el ejecutor de ambos y Manu Barreiro, el jugador más a vigilar, entró en el primero sin que nadie le siguiera para cabecear a placer antes del descanso y, en el tramo final del choque, Vigaray acudió sin deber hacerlo a un balón en el que Nieto y Peybernes estaban junto al Puma y Barreiro, que peinó lo justo para que el balón le llegara a Venancio, completamente solo, para fusilar a Cristian.

19 goles a balón parado

La estrategia estuvo presente en el trabajo semanal y el lamento se hizo notar en la charla posterior al partido y seguro que habrá incidencia en el asunto a partir de mañana lunes en la vuelta al trabajo con la mirada puesta en el Espanyol para intentar recuperar una cierta fiabilidad en una disciplina que ha significado 14 goles (casi el 37%) de los 38 oficiales, 36 en Liga y dos más en Copa, en esta temporada y que sobre todo en la primera vuelta fue un agujero terrible. A esa lista se pueden añadir los goles de penalti, hasta cuatro, Stoichkov (Sabadell), Manu Fuster (Albacete), Stuani (Girona) y Andy (Logroñés), y el de falta anotado por Bebé en Vallecas para que sean hasta 19 las dianas nacidas del balón parado rival, la mitad de las encajadas.

Pero los goles que de verdad duelen a un entrenador son los nacidos en la pizarra, en los saques de esquina y en los envíos de falta o de banda al corazón del área. Y el Zaragoza lleva demasiados. La lista de esta estrategia letal, además, se inauguró pronto, con el gol de Lemos para Las Palmas en el debut liguero tras un córner en corto. Otro córner y una jugada ensayada frente al Leganés supusieron el tanto de la victoria 'pepinera' en Butarque, de Arnaiz, mientras que en Anduva el gol sobre la bocina de Moha vino tras un saque de banda en corto que Iván Martín convirtió en medido centro. Aún hubo otra diana de saque de esquina más en la etapa con Baraja, la que anotó frente al Tenerife en propia puerta Cristian Álvarez tras un córner que prolongó Alberto y remató Fran Sol. Su sucesor, Iván Martínez, tampoco acertó a ponerle remedio a ese mal, decisivo en la derrota en Ponferrada con dos tantos por el buen golpeo de Ríos Reina desde el córner, rematados por Sola en propia puerta y Dani Romera, o contra el Oviedo, en el que el ejecutor tras un saque de esquina fue Borja Sánchez.

 Alcorcón, Vallecas y Montilivi

Ya con Juan Ignacio Martínez la tendencia se mantuvo en el inicio de su etapa en el banquillo, con la diana de Andújar (Cartagena) de cabeza tras un lanzamiento de falta y en Copa contra el Alcorcón, con León poniendo la sentencia a la eliminatoria tras una prolongación en un córner. Pero después, el Zaragoza mejoró en esa faceta, con Jair y Francés como pareja estable en el eje y la entrada de Peybernes que también ha apuntalado esa faceta. Aún así, contra el Alcorcón en Liga Cristian se marcó en propia puerta al intentar despejar en un córner de Dani Ojeda. En Vallecas, una falta en corto acabó en el centro de Fran García para que Guerrero le ganara la partida a Jair y Catena pusiera un 2-2 que acabó en derrota y, en Montilivi, con el gol de Nahuel Bustos tras un córner sacado en corto por Gumbau. Ahora, llegó el doloroso puñal de dos tantos en el Anxo Carro que exige una rectificación inmediata en las últimas cinco jornadas.