La titularidad de Iván Azón el pasado viernes en Lugo no solo premia los méritos acumulados por el canterano, el delantero centro con más gol del Real Zaragoza (exceptuando a Juanjo Narváez, reubicado en la izquierda en la mayoría de los partidos), sino que pone en evidencia mucho y a muchos. En primer lugar, a los compañeros que compiten con él por un puesto para el que fueron fichados tres futbolistas, dos en verano y otro en enero. Los primeros, Toro Fernández y Vuckic, no han marcado un solo tanto cuando solo restan cinco jornadas para la conclusión del campeonato. El tercero en discordia, Álex Alegría, lleva uno. A todos ellos se ha acabado imponiendo Iván Azón, cuya titularidad, por consiguiente, también viene a cuestionar el trabajo de la dirección deportiva. Tanto de la anterior (Lalo Arantegui) como la actual (Miguel Torrecilla). Ninguno de los otros tres delanteros centros ha sido titular indiscutible. De hecho, uno de ellos (Vuckic) casi nunca juega y los otros dos han dejado escapar el puesto a pesar de disfrutar de hasta 14 partidos en el once inicial. Vuckic solo cinco.

Casi cinco meses han pasado desde que Azón había sido titular por última vez. Sucedió en Gijón, en la despedida de Iván Martínez del primer equipo. De hecho, las cinco presencias del punta aragonés en el once previas a la del viernes en Lugo fueron con Martínez como entrenador. Desde que fue relevado por JIM, sus apariciones se habían reducido a 16 partidos pero casi siempre con escasos minutos a excepción del duelo en Montilivi, donde saltó al campo al comienzo de la segunda parte.

Un gol y dos penaltis

Pero el zaragozano llevaba tiempo pidiendo a gritos un sitio en la foto. De hecho, ha sido clave en tres de los cinco últimos encuentros disputados por el Real Zaragoza. Solo en Gerona y ante el Sporting en La Romareda no protagonizó ninguna acción trascendente, algo que sí ocurrió en Fuenlabrada, donde fue objeto del penalti que Tejero transformaría en el gol de la victoria del conjunto aragonés en tierras madrileñas. Una semana después, ante el Almería en casa, Azón, siempre desde el banquillo, volvió a ser decisivo al anotar el gol de la victoria zaragocista al empujar a la red una asistencia de cabeza de Nieto. Y el pasado viernes salió al rescate de su equipo en otra situación comprometida y fue, otra vez, objeto de penalti por parte del meta local Varo. Adrián lo convirtió en el 1-1.

De este modo, Azón ya ha forzado dos penaltis y ha anotado tres goles con el primer equipo del Real Zaragoza. Uno de ellos lo consiguió ante la Gimnástica de Torrelavega en Copa (único encuentro que ha sido titular desde que está JIM) y los otros dos los materializó en Liga (el referido frente al Almería en La Romareda y el anotado en la primera vuelta en Cartagena que supuso el 1-1 final). Así, los goles de Azón, siempre de cabeza y saliendo desde el banquillo, han supuesto cuatro puntos para el Zaragoza, a los que habría que sumar otros cuatro más como consecuencia de los dos penaltis forzados por el punta aragonés.

«Cada día está más cerca el momento en el que juegue Azón desde el principio. Y cada día me metéis más presión con esto», inquirió JIM en la rueda de prensa previa al duelo en Lugo, donde se acabó la espera. El canterano, que había sido el único jugador disponible que no había entrado en un once con JIM, es el delantero.