El Real Zaragoza se ha aliado con el reloj para mantenerse fuera de los puestos de descenso. Tres de los cinco últimos goles anotados por el equipo aragonés han llegado más allá del minuto 80 y dos de ellos se produjeron a partir del 85, lo que en todos los casos ha supuesto un aumento en la cosecha de puntos de los aragoneses. De hecho, estas tres dianas postreras han propiciado cinco puntos a un Zaragoza que volvió a marcar al final en Lugo, como ya había hecho anteriormente en Fuenlabrada y en casa ante el Almería.

Aunque fue el tanto de Cristian en el Anxo Carro el que se lleva la palma. El gol, el más tardano de la temporada, otorgó un punto a un Zaragoza que llevaba seis meses sin hacer diana en el descuento, desde aquel doblete de Narváez que igualó un 0-2 ante el Girona el 4 de noviembre en La Romareda. Aquellos dos tantos (ambos anotados más allá del minuto 90) evitaron, como en Lugo, una derrota que parecía segura. Tanto el doblete del colombiano (en el 92 y el 95) como el tanto de Cristian (96) en tierras gallegas llegaron de idéntica forma: de cabeza.

Pero la recompensa propiciada por el último milagro del meta argentino viene a confirmar la insistencia zaragocista al final de los partidos no solo cuando la lógica le obliga a buscar el empate cuando, como en Lugo, está a punto de consumarse la derrota. También en Fuenlabrada y en casa ante el Almería obtuvo premio un equipo amparado, en ambos casos, en la figura de un mismo futbolista: Azón, adalid de la tenacidad que premió a su equipo con la victoria tanto en tierras madrileñas (0-1) como en La Romareda frente al Almería (2-1). En el Fernando Torres, el delantero aragonés se inventó un penalti en el minuto 86 que Tejero convertiría en el tanto de la victoria y, en la siguiente jornada, empujó a la red un cabezazo de Nieto en el 80 frente a los andaluces. El primer gol lo había logrado Adrián al inicio del choque al cabecear un centro de Zapater.

Así, las tres dianas más allá del minuto 80 han otorgado cinco puntos a un Zaragoza que, sin embargo, no pudo marcar ni en Girona (3-0) ni en casa ante el Sporting (0-0), pero, al menos, ha mostrado una capacidad de reacción de la que ha carecido durante buena parte de la temporada cuando ha ido por debajo en el marcador. En Lugo, al menos, fue capaz de empatar, aunque continúa sin completar una remontada, algo que no logra desde el pasado 23 de junio, cuando se impuso 1-2 al Extremadura después de que Guti y Luis Suárez levantaran el tanto inicial de Álex Alegría, entonces en el equipo extremeño. Ya han pasado diez meses y medio desde entonces.