Hace poco más de un mes, tras ser titular en Fuenlabrada, Adrián González aseguró con cierta dosis de reivindicación que no había venido el verano pasado tras desvincularse del Málaga a pasar el rato, que esperaba jugar mucho más, que lo quería hacer. Desde entonces, ha estado en el once siempre, con goles decisivos ante el Almería y en Lugo, pero el madrileño no se conforma. “Puedo dar mucho más. He tenido partidos mejores y peores, pero yo busco mejorar siempre. Es positivo que haya podido contribuir en la tabla goleadora, además con goles que han valido puntos, aunque puedo y debo hacerlo mejor, porque no se ha visto aún todo lo que puedo dar como jugador, aunque también hay condicionantes en el juego que no pongo como excusa pero a los que me tengo que amoldar”, asegura el centrocampista, de 32 años y con una dilatada carrera profesional que incluye 10 temporadas en Primera. De hecho, en las últimas seis campañas, en Elche, Eibar y Málaga, en todas ha superado la treintena de partidos, la mayoría de titular. En el Zaragoza suma 19 encuentros este curso y solo 5 en el once.

"Se juntan varias cosas, la situación, los jugadores tensionados, y quizá una falta de capacidad nuestra en una temporada así de complicada y rara, pero hay que sacar el año adelante"

Por eso, su rol al llegar era otro del que ha tenido en esta temporada, donde las lesiones, dos roturas en el cuádriceps derecho en la primera vuelta, le lastraron. Ahora, JIM le ha abierto la puerta y Adrián, en un Zaragoza de poco fútbol, donde no se encuentra tan cómodo como con equipos con más posesión, busca su sitio y ser protagonista. “El hacer pocas ocasiones de gol tiene que ver en los partidos igualados que tiene esta categoría, pero también en nuestra situación de tensión y de presión. Esta forma de jugar nos está sacando de esa situación tan temerosa que vivíamos en Navidad y a todos, también al míster, nos gustaría ser un equipo más vistoso y que generara más. Se juntan varias cosas, la situación, los jugadores tensionados, y quizá una falta de capacidad nuestra en una temporada así de complicada y rara. Hay que sacar el año adelante, ya que no lo vamos a lograr con el objetivo marcado sí conseguir esa permanencia que nos dé la opción de buscar la meta de subir el próximo año y que sea una temporada más placentera”, argumenta el futbolista.

“No estamos en una situación para hacer esos pronósticos. Todo lo que sea sumar de tres en tres es lo más positivo. Luego, en el campo, hay que ver lo que sucede y cómo es el punto ante el Espanyol, pero la idea es salir a ganar"

Para lograr esa meta tan gris de la salvación Adrián no hace cuentas, porque “no sirven de nada. La única cuenta que vale es verte matemáticamente salvado y para ello hay que sumar semana a semana”, refleja, con la mente puesta en ganar a un Espanyol líder que solo necesita un punto para subir, aunque el Zaragoza no firma un empate que ante el líder no parece mal resultado. “No estamos en una situación para hacer esos pronósticos. Todo lo que sea sumar de tres en tres es lo más positivo. Luego, en el campo, hay que ver lo que sucede y cómo es el punto, pero la idea es salir a ganar, porque vemos que los rivales suman y la cosa está cada vez más apretada”, reseña.

El Espanyol llega sin su Pichichi, Raúl de Tomás, que lleva 22 goles y que ha dado positivo en covid, una baja fundamental en el enemigo porque “es un goleador muy importante, pero el Espanyol no está arriba solo por él, sino por el poder del bloque que tienen”, argumenta Adrián, mandando toda la fuerza a RDT para que se recupere cuanto antes.

La fortaleza en La Romareda

El centrocampista pone en valor la buena dinámica en La Romareda, donde el equipo, de los 10 últimos partidos, nueve de ellos con JIM, ha ganado siete, con 23 puntos de 30 posibles, porque “nos estamos sintiendo bien en casa, sabiendo utilizar de forma positiva esa condición de local en una temporada donde sin público no parece que juegues en tu campo. Es una pena que la afición no pueda entrar porque sería el doble mejor para nosotros, pero nos da confianza saber que en casa estamos fuertes”, señala el futbolista, que destaca la unidad del grupo, la piña que hay en el vestuario, y que se pone de manifiesto al final de los partidos, porque “es una de las mejores cosas que tiene este grupo. A nivel profesional y personal este vestuario es intachable y esa es una de las bases para sacar adelante esta temporada tan dura”.