Su rendimiento está siendo clave en el tramo decisivo de la temporada. Mathieu Peybernes, con el que el Zaragoza solo ha perdido uno de los nueve partidos que el galo ha sido titular, ha aportado galones a la zaga de un equipo que ya saborea la permanencia, aunque el defensa advierte que aún queda trabajo por hacer. "El jueves nos jugamos la vida ante el Castellón, es el partido más importante del año", sintetiza Peybernes, que valora, en todo caso, la trascendental victoria del sábado en Las Palmas. "Se vio el compromiso que existe en toda la plantilla. Marcaron dos jugadores que venían actuando poco, pero demostramos que este equipo compite hasta el final ante un rival muy difícil". Además, los resultados del domingo acompañaron, así que "fue la jornada perfecta para nosotros pero lo más importante es que la victoria en Las Palmas hizo bueno el empate ante el Espanyol".

Pero Peybernes avisa de que "si no afrontamos el partido del jueves como hemos hecho con los anteriores lo pasaremos mal", aunque admite que la faena está casi hecha a pesar de que la empresa se presentaba muy compleja hasta hace poco. "Antes de venir veía la plantilla y la clasificación y había algo raro. Había jugadores con gran cartel y jóvenes con mucha proyección, pero los resultados no eran buenos. Desde que llegó JIM hay más alegría, más carácter y más ganas y confianza hasta el punto de que, sobre todo en casa, somos un equipo muy fuerte y jodido para los rivales".

En esa mejoría, el trabajo defensivo ha sido determinante. Y ahí irrumpe la figura de Peybernes, que se ha convertido en fijo para JIM tras haberse perdido solo uno de los nueve últimos encuentros y fue por contrato ante el Almería. "En el Zaragoza nadie es indiscutible. Yo solo trato de trabajar al máximo y sacar mi máximo nivel para ganarme el puesto, pero es el entrenador el que decide quién debe jugar", expone el galo, que reconoce tener ganas de que acabe ya una temporada "rara para todos” marcada por la pandemia. "Queremos tener a la gente en el campo, no en casa", subraya el central, que, como ya declaró a EL PERIÓDICO la pasada semana está "encantado" en Zaragoza, un lugar "maravilloso" en el que no descarta seguir aunque su cesión acabe en unos días, "pero es algo que no solo depende de mí", matiza.