Alberto Zapater seguirá la próxima temporada en el Real Zaragoza. El capitán, el único jugador de la plantilla que ha sido titular en los quince últimos partidos y clave en la salvación del equipo, asegura que su futuro y el del club permanecerán unidos más allá de cualquier vínculo contractual. "¿Contrato? No me ata contrato alguno. Cuando llegue el momento me iré a casa y cuando lo deje, seguramente, ya no jugaré más. Si sigo es porque creo que puedo ayudar y porque tengo ilusión por jugar con gente en La Romareda, por ver la camiseta de la próxima temporada, por seguir transmitiendo los valores que mucha gente cree que transmito o porque mis hijos sean conscientes del valor del esfuerzo, del trabajo y del sacrificio". Por eso, el ejeano, que admite su deseo de llegar a ser el tercer jugador con más partidos en la historia de la entidad, deja claro que "estoy a disposición del club, pero ahora pienso en el próximo partido y en seguir disfrutando entrenando y compitiendo, cuidarme en verano y ganarme un puesto la próxima temporada".

La declaración de amor de Zapater con el Real Zaragoza es incondicional. El club, según deja entrever el futbolista, puede prescindir del capitán, que tiene una de las fichas más bajas de la plantilla, al final de cada temporada. De ahí que Zapater insista en que "nunca voy a ser un problema para el club. El Real Zaragoza es mi vida, soy un privilegiado por poder elegir y estaré para lo que me necesite".

Aunque el capitán reconoce que lo ha pasado mal durante una temporada en la que la situación llegó a ser "crítica". Zapater tiene claro que ha superado uno de los momentos más difíciles de su extensa carrera. "El año nació torcido y no es fácil jugar así y afrontar finales todos los días. Ha habido muchos días de dormir poco por lo que podía suponer haber descendido. Cuando cambiar tanto de entrenador se te pone cara de descenso pero hemos sacado una situación muy complicada y muy crítica. Tocar fondo durante tanto tiempo no creo que me haya pasado nunca, así que debemos estar orgullosos de haberlo logrado porque, repito, la situación era crítica".

Para ello, la figura de JIM ha sido providencial. Así lo subraya Zapater, que tiene claro que “gracias a él esto ha salido adelante". El mediocentro asegura que el técnico “se ha ganado para siempre el cariño y el respeto del Zaragoza" y valora el "aire fresco" que aportó su llegada. "Vino como si aquí no hubiera pasado nada y cambió nuestra mentalidad. Nos transmitió su ilusión" y valora, asimismo, la aportación de los canteranos. "Esa mezcla entre veteranos y jóvenes ha de ser perfecta. Ellos vienen limpios de mente y con ilusión y nosotros tenemos que aportar otras cosas y hacerles ver cuándo se equivocan. Pero es para estar orgullosos del gran trabajo que se viene haciendo desde hace tiempo en la Ciudad Deportiva. Las cosas se hacen bien y yo me veo reflejado en ellos".

Así que hay Zapater para rato. Y eso que hasta la llegada de JIM, el mediocentro apenas contaba. Pero nunca se rindió. "Veo una pared y quiero pasarla. Por eso juego al fútbol. Arrojar la toalla no está en mi diccionario, por eso cada día estoy al pie del cañón. Esta es mi vida".