La Romareda es algo así como una fortaleza casi inexpugnable desde que JIM se puso al mando de un Zaragoza que ha basado su supervivencia en su poderío como local. Solo una derrota en los once encuentros disputados en el estadio municipal advierten de la relevancia de la transformación en casa de un equipo que, precisamente, perdió sus opciones de ascenso la pasada temporada por culpa de una nefasta dinámica en La Romareda tras el confinamiento.

Únicamente el Alcorcón ha podido con el Zaragoza en su feudo con JIM en la banda. Ni siquiera los mas poderosos han logrado llevarse los tres puntos de tierras aragonesas, lo que advierte a un Leganés que pondrá a prueba, el domingo, esa excelente dinámica del cuadro blanquillo en su casa, donde hace más de tres meses que nadie es capaz de ganar.

Espanyol (0-0), Almería (2-1) y Sporting (0-0), todos ellos entre los seis primeros, se han marchado de Zaragoza sin el botín completo tras no haber podido superar a la escuadra de JIM, que también consiguió derrotar a otros dos rivales que actualmente ocupan la primera mitad de la tabla clasificatoria, Ponferradina y Mirandés, a los que el Zaragoza venció por la mínima. 

Antes de JIM, además, el conjunto aragonés ya había mostrado cierta solvencia ante los favoritos. De hecho, solo el Rayo (1-2) fue capaz de ganar en La Romareda con Iván Martínez en el banquillo zaragocista. Las Palmas (2-2), Mallorca (0-0) y Girona (2-2) solo lograron un punto, en todos los casos con Rubén Baraja como entrenador de los aragoneses.

Así, el Leganés está avisado. El cuadro madrileño, ya clasificado para la disputa del playoff de ascenso, se juega quedar lo más arriba posible para afrontar la fase final en mejores condiciones, pero su trayectoria como visitante está lejos de ser temible. De hecho, ha sumado 22 puntos (5 victorias, 7 empates y 8 derrotas), lo que le convierte en el undécimo equipo más fuerte a domicilio, es decir, a mitad de tabla.