Aún quedan dos semanas, hasta el miércoles 16 de junio, cuando expira el plazo, para que el Real Zaragoza sume más adhesiones a la propuesta de modificación del convenio, pero ya se puede asegurar que esta se va a llevar a cabo sin problemas, sacando el 50% como mínimo de las mismas. El último acreedor en presentar el escrito de adhesión ha sido el Milan, el segundo que más cantidad adeudada tiene en el concurso, con 2,2 millones. La jueza del Juzgado Mercantil Número 2, María del Carmen Villellas, admitió a mediados de abril la solicitud del club tras recibirla el pasado 12 de marzo y dar traslado a los tres administradores concursales, Carlos Terreu, Andrés Jiménez y Jorge Aso, para que dieran su conformidad.

La deuda total ordinaria del Real Zaragoza asciende a 24,7 millones y la solicitud pide que los pagos, que debían finalizar en 2025, se prolonguen de forma lineal hasta 2030, es decir cinco años más, a razón de 2,47 millones anuales hasta entonces, además de que se suspenden si el club baja a Segunda B, o Primera RFEF, antes de acabar de pagar a sus acreedores ordinarios,  por lo que la petición también es un blindaje ante un hipotético descenso, siempre que no permanezca más de cinco años, consecutivos o alternos, en esa categoría de bronce. Del mismo modo, si se sube a Primera, algo que como pronto no sucederá hasta 2022, se abonará anualmente y mientras se esté en la élite un 20% más adicional a los acreedores ordinarios hasta acabar con los créditos.

Es la segunda modificación del convenio de acreedores que presenta el Zaragoza y la anterior fue en 2016 para variar los años de cumplimiento alterno, que eran cinco, para que fueran fijos y consecutivos y empezar a abonar ese convenio de acreedores en julio de 2018. Se sacó adelante con el apoyo de la mayoría cualificada, más del 66%.

La actitud del Shakhtar

El Zaragoza ya abonó las dos primeras anualidades, de 1,36 y de 1,679 millones respectivamente en 2018 y 2019, pero en la tercera, el año pasado, pidió la suspensión ante el juzgado, que fue concedida. El club cuenta con la adhesión de muchos de sus acreedores y desde luego entre ellos están LaLiga y los clubs profesionales, como también exfutbolistas y agencias de representación que hay en ese concurso. Al menos, la mayoría de ellos. Sin embargo, la adhesión del Milan podía ser una de las problemáticas, pero como ha adelantado Media Aragón y ha confirmado este diario, el escrito de apoyo a la misma ya se ha presentado. La deuda con el club italiano es por la opción de compra ejercida para fichar a Olivera, de 10 millones, en el 2008, y hay que abonar 2,2 en la actualidad (8,90% del total). Queda por ver qué va a hacer el Shakhtar Donetsk, que comparte representación de abogado en el concurso con la entidad rossonera, y que aún no se ha pronunciado, aunque su actitud siempre ha sido muy beligerante por lo sucedido con el fichaje de Matuzalem, que es el origen de la deuda. Al club ucraniano se le adeudan 4,41 millones en ese convenio ordinario (el 17,85% del total), y casi un millón más como subordinado. En todo caso, aun sin su apoyo, la propuesta de modificación tiene todos los visos de salir adelante y así lo hará.