El capítulo de salidas tiene en el Real Zaragoza un catálogo variado. El club ha pedido que se busquen equipo al Pichu Atienza o a Javi Ros, aunque el segundo solo contempla seguir y cumplir su contrato, desea también encontrar un destino a James Igbekeme, en el que se ha perdido la fe en su rendimiento, y entiende que Ratón, como así les ha manifestado, quiera encontrar minutos en otro sitio, pero los casos de mayor urgencia son sin duda los de Gaizka Larrazabal y Haris Vuckic, que tienen contrato hasta 2023 y su rendimiento en su primera temporada ha sido más que decepcionante, pero es que además el gasto que implican para el club sube en la segunda.

Y es que el delantero esloveno tiene un considerable aumento de ficha en su segundo año, teniendo en cuenta que ha percibido 400.000 euros en el primero, la ficha más alta junto a la que asumió el Zaragoza del Toro en su cesión del Celta. Vuckic, que no quiso salir en enero cedido, ya que no estimó ninguna oferta del extranjero y las posibilidades sobre la bocina del Sporting o el Oviedo no se dieron, sabe que tiene que marcharse y el club confía en que su cartel en Holanda, donde en la Eredivisie firmó 11 goles en el Twente antes de fichar en el Zaragoza, o en Bélgica le abra alguna puerta, o incluso buscar un acomodo en Grecia o Chipre. Eso sí, es altamente improbable o directamente imposible que donde vaya cubra su salario. El Zaragoza prefiere una rescisión de esos dos años, aunque la vía de la cesión no está descartada.

Vuckic ha jugado en 19 partidos de Liga, 17 de ellos en Liga y solo 5 choques de titular en el campeonato, con un total de 617 minutos oficiales y ni un gol. El delantero, de 28 años, fue una apuesta muy personal de Lalo Arantegui, que firmó al jugador en febrero del 2020 cuando el Zaragoza apuntaba a un ascenso que se frustró tras la pandemia. El internacional esloveno comenzó su carrera en el Domzale de su país y fichó por el Newcastle en el 2009, donde tuvo una etapa muy irregular con varias cesiones para firmar en el 2017 por el Twente, en el que vivió una muy buena temporada antes de fichar por el Zaragoza, donde ha estado lejísimos de confirmar las expectativas y su papel ha sido testimonial con JIM, casi nulo.

Larra posa en La Romareda antes de una entrevista. CHUS MARCHADOR

Tampoco las ha confirmado Gaizka Larrazabal, con 20 partidos oficiales y 660 minutos y que apenas ha jugado con JIM, salvo en la titularidad que le dio en Oviedo. Rescindió a finales de septiembre pasado del Athletic y firmó por tres años, hasta 2023, aunque el club vasco se guardó una opción de compra que rondaría el millón de euros en 2021 y en 2022, que no va a ejercer bajo ningún concepto. Eso sí, el Athletic pagaba en este primer año una parte de la ficha y eso no va a suceder el próximo curso, por lo que Larra supone desde el 30 de junio uno de los desembolsos contractuales más elevados para el Zaragoza, que necesita que encuentre una salida, si puede ser rescindido. El problema es que ahora mismo no está en la agenda de ningún club de Segunda, aunque queda verano para que eso cambie, y sí tendría opciones en la Primera RFEF.

Larra arribó al Athletic en el 2017 para su filial tras pasar por el Danok Bat y el Zamudio y en las dos temporadas en el Bilbao Athletic (17-19) explotó como futbolista, llegando a hacer hasta nueve dianas en la segunda de ellas. La temporada 19-20, y con contrato en el primer equipo, sin embargo solo disputó 326 minutos, con 10 partidos de Liga y uno de Copa. En el Zaragoza, no ha mostrado desborde ni su potencia en el disparo, con una temporada muy gris, de casi nula aportación

Partida para indemnizaciones

Los casos de Larra y Vuckic son los más problemáticos e invitan a pensar que el Zaragoza este verano va a tener que destinar una importante partida en indemnizaciones, no solo con ellos y también por ejemplo con el Pichu o con Javi Ros llegado el caso. En el verano del 2017, en el primero con Lalo Arantegui de director deportivo, el Zaragoza necesitó 1,2 millones para sacar jugadores de una plantilla heredada y diseñada por Narcís Juliá (Xumetra, Xabi Irureta, Lanzarote o Barrera), de los que restan más de 900.000 euros por pagar y que vencen el 30 de junio, por cierto. Después, la SAD no ha tenido que pagar indemnizaciones, salvo a Kagawa, que se fue a 530.000 euros en octubre pasado, aunque al fichar por el PAOK griego el club se ahorró 100.000 euros de esa cantidad.