La prioridad absoluta del Real Zaragoza en el mercado de fichajes está en la zona de ataque, en la vanguardia, donde prácticamente habrá una revolución absoluta con Iván Azón como único superviviente. El Toro, Álex Alegría y Zanimacchia han regresado a sus clubs de origen, a Larra y a Vuckic se les quiere dar salida y se asume que por Juanjo Narváez habrá ofertas de Primera, con el Elche como gran candidato y el Espanyol como otra opción, y además el colombiano quiere jugar en la élite. Así, llegarán tres delanteros y dos extremos, por lo que los mayores esfuerzos de Miguel Torrecilla van por ahí, aunque hay un puesto en el que es vital acertar con un jugador que ahora mismo no existe en la plantilla. Es prioritario traer un 'stopper', un pivote defensivo fuerte y que abarque campo, que vaya bien por alto, que haga la raya en la medular, un jugador muy distinto a Íñigo Eguaras, que ha sido el pivote más habitual en los últimos tiempos.

En la medular zaragocista se esperan cambios en este verano. Zapater es fijo, Francho, salvo oferta elevada o máxima necesidad, también va a seguir y con Sanabria se confía en renovar en breve su cesión desde el Atlético. Con Adrián se cuenta, aunque se escucharía si quisiera salir, algo que no ha dicho. Con Eguaras, con contrato hasta 2024, no se vería con malos ojos si llegara una posibilidad para irse. Mientras, el club está decido a buscar un acomodo a James Igbekeme y confía en que el nigerino llegue con una oferta de traspaso, aunque sea baja, dado su nivel en los dos últimos años, muy lastrado por las continuas lesiones. A Javi Ros se le ha dicho que se busque equipo, pero su única idea es seguir. Bikoro, que regresa del Badalona, y Jannick, que lo hace del UCAM, ya saben que deben irse, si es posible con la carta de libertad y sin indemnización de por medio y, si no, cedidos. Aún así, Buyla es probable que empiece la pretemporada a las órdenes de JIM.

Así, Torrecilla trabaja con la idea de que lleguen dos jugadores en la medular, un 6 y un 8, un centrocampista de carácter más defensivo y otro más ofensivo, con llegada al área contraria. Pero la prioridad es el primero de ellos, porque no existe ese perfil en el Zaragoza, que tiene varios centrocampistas mixtos (Zapater, Ros, James o Sanabria) o con salida de balón, como Francho o el propio Eguaras, pero no posee ningún jugador físico en la medular, que pueda sostener el equipo con su despliegue y su fortaleza. Además, se considera vital que vaya bien por alto, ya que es una faceta en la que el Zaragoza ha flojeado mucho en este curso.

El perfil buscado se aproximaría más a Dani Torres, que estuvo en el tramo final de la temporada 19-20, o a Dorca (14-16), aunque aún se quiere que sea un jugador más físico que estos, un 6 a la antigua usanza que abarque campo y que sea el contrapunto en el doble pivote con el que lleve el peso del juego del equipo. Además, se considera muy importante que ese futbolista llegue con experiencia en España. El 8 que se quiere fichar, un jugador con recorrido en el medio y con capacidad de llegada, es una apuesta más secundaria y que también irá en función de las salidas que se den en esa zona del campo, aunque ahora mismo está en la agenda del Zaragoza realizar esas dos incorporaciones en el centro del campo.

Un lateral derecho y un portero

La lista de la compra zaragocista contiene, además de los tres delanteros, dos extremos y estos dos centrocampistas, al menos un lateral derecho, donde se busca un competidor para Vigaray, y un portero, para ser la alternativa de Cristian Álvarez ante la salida de Ratón. En principio, Torrecilla no va a mirar laterales izquierdos (Chavarría, Nieto y Lasure, este último convaleciente de un cáncer testicular), ni centrales, aunque se le busca acomodo a Atienza, al que ya se le ha dicho que debe salir, y con Francés existe la posibilidad de que sea traspasado si el club necesita mayor liquidez.