El león siempre vuelve. Y si hay un león en el Real Zaragoza ese es Alberto Zapater. El ejeano ya demostró que era capaz de regresar a la alta competición después de una temporada en blanco por las lesiones cuando regresó a casa, al club del que es emblema y bandera, hace ya cinco años. Zapater volvió para ser importante pero su peso en el equipo fue cayendo con el paso del tiempo. Algo que le ha servido para protagonizar el enésimo resurgir de su carrera. Alberto Zapater, como el león que es, siempre vuelve.

El curso pasado disputó solo siete encuentros, tres como titular, únicamente dos completos y un total de 321 minutos en toda la temporada. En la campaña recién terminada Alberto Zapater ha vuelto a hacerse con el control del centro del campo, auxiliando a su equipo ante los problemas de lesiones de centrocampistas como Javi Ros o James Igbekeme. Unos días lo acompañó Eguaras, después apareció Francho, pero el ejeano ha vuelto a ser la referencia indiscutible en el medio, sobre todo en el tramo decisivo de la temporada.

De siete partidos en el curso 19-20 ha pasado a jugar 29, 20 de ellos como titular, aunque solo cuatro completos. Un total de 1573 minutos que le convierten en el titular habitual con menos presencia pero que para él suponen un salto más que significativo. Zapater, que nunca se fue, está otra vez en plena forma con 35 años. Su presencia, además, se acentuó al final de la temporada, en los momentos más complicados, cuando el equipo necesitaba sumar ante el peligro real de descenso de categoría.

Hasta la jornada 26 Zapater participó menos, como si se prolongara el papel menor que le había deparado la campaña anterior. JIM tardó dos meses desde su llegada en darle la titularidad. Pero, a partir de la jornada 27, el ejeano estuvo en el once inicial todos y cada uno de los partidos, convirtiéndose en el único jugador en hacerlo. Narváez y Cristian, otros fijos en el once, acabaron saliendo por diferentes motivos algún que otro partido.

Zapater ha aceptado siempre su rol, fuera cual fuese, sin una palabra más alta que otra, sin hacer ruido. Sabedor como nadie de las múltiples situaciones, buenas y malas, por las que puede llevar a un jugador el fútbol profesional, el ejeano ha sabido esperar su momento y responder en el campo cuando le ha llegado. Como capitán, además, siempre ha dado la cara y ha ejercido de guía espiritual de la nueva hornada de canteranos que tanto han hecho por el equipo y más aún han ilusionado a la afición, liderados por Francés, Francho e Iván Azón.

Un ilustre

Esta temporada, además, Zapater ha hecho un poco más de historia, entrando en la lista de los diez jugadores con más partidos disputados con la camiseta blanquilla. Desde que debutó de la mano de Víctor Muñoz en la Supercopa de 2004, el último título en las vitrinas del Real Zaragoza, el ejeano ha disputado 358 partidos oficiales en sus diez temporadas en el Real Zaragoza, incluyendo Liga de Primera y Segunda, playoff de ascenso, Supercopa, Copa y Copa de la UEFA.

Una cifra que le convierte en el noveno jugador de los 89 años de historia del club con más partidos, le ha permitido superar a Güerri y Belsué (345) así como al Magnífico Reija (347) y le pone a tiro de otros emblemas zaragocistas como Andoni Cedrún (361), Santi Aragón (362), Pardeza, Casuco y Señor (369 cada uno). El recientemente fallecido Manolo González (382), Aguado y Violeta (473 cada uno) ocupan el podio.

Por si había alguna duda, Zapater es ya historia viva del Real Zaragoza pero es también presente, en primera línea a sus 35 años, y todavía es futuro. A finales de octubre de 2017 el centrocampista firmó su renovación hasta junio de 2023, así que aún queda Zapater para rato. Porque el león siempre vuelve.