César Alierta, máximo accionista del Real Zaragoza, apura sus últimos días al frente del Real Zaragoza, que en las próximas horas cambiará de dueño. El empresario y abogado aragonés afirma que todas sus noticias acerca del proceso de venta de la entidad llegan a través de lo que le trasladan sus dos sobrinos en el consejo de administración, Fernando Sainz de Varanda y Juan Uguet. Y el mensaje es rotundo. «Me dicen que está prácticamente hecho a falta de dos o tres puntos», expone Alierta en supuesta referencia a la opción encabezada por Kiko Domínguez y los hermanos Álvarez del Campo, integrantes de la sociedad Spain Football Capital.

De este modo, el expresidente de Telefónica se pronuncia, por primera vez y en exclusiva para EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, sobre un proceso que afronta su recta final. Este lunes, los abogados de ambas partes retomaron las negociaciones después de que el consejero y accionista Fernando de Yarza convenciese a Domínguez, molesto por la actitud de la familia Alierta al no estimar su oferta a pesar de llevar meses en su mesa, de que mantuviera su propuesta. 

En todo caso, Alierta reconoce su deseo de que el proceso concluya cuanto antes y poner punto final a su periplo en Real Zaragoza. «Tengo ganas de salir», admite. «Me metí en el Real Zaragoza porque mi padre fue presidente y, cuando me dijeron que podía desaparecer eso era algo que mi él no habría consentido», subraya Alierta, que confía en que el Real Zaragoza levante la cabeza. «Eso es lo más importante y todos queremos lo mejor para él», subraya el aragonés.

Alierta se irá sin sentirse especialmente molesto con nadie. «¿Decepcionado? Lo normal», indica el empresario zaragozano, que insiste en su deseo de que al Zaragoza le vaya «lo mejor posible».

En estos momentos, todo apunta a que la vía integrada por los hermanos Álvarez del Campo y Kiko Domínguez y en la que habría inversores europeos y latinoamericanos, será la finalmente elegida. La alternativa, a la que prefería esperar la familia Alierta antes de tomar una decisión definitiva, ni siquiera ha sido presentada todavía al resto del consejo. Y el tiempo apremia.

Alierta saldrá del Zaragoza después de haber aportado, ya sea directamente o a través de avales, 17 de los 22 millones de euros asumidos por la Fundación Zaragoza 2032 desde su entrada, hace siete años, al Real Zaragoza. Lo ha hecho a través de so sociedad, Prado de Altaoja, mediante la que controla el 49% de la entidad, aunque el porcentaje supera el 50% al sumar el de su sobrino, Fernando Sainz de Varanda (1,56%). Él, Alierta, ha sido y es capital para un Real Zaragoza al que el expresidente de Telefónica rescató de una situación desesperada aquel verano del 2014, cuando el club parecía abocado al abismo.

El máximo accionista se convirtió, hace ahora dos años, en el accionista mayoritario de la entidad tras quedar aprobada una capitalización de deuda por valor de 1,86 millones de euros, lo que propiciaba que el capital social pasara de los 4,5 millones a 6,38. Alierta también a dos personas de su confianza, su sobrino Juan Uguet y Luis Blasco, en el consejo.