El Real Zaragoza tiene garantizada la modificación del convenio del concurso de acreedores que le permitirá hacer frente a los pagos, que debían finalizar en 2025, en cinco años más, hasta 2030, a razón de 2,47 millones anuales para satisfacer la deuda de 24,7. Este jueves, a las 15.00 horas, expira el plazo (acababa el miércoles pero se añade un día de gracia) para que el Real Zaragoza sume adhesiones a su propuesta, pero la entidad se ha asegurado el 50% mínimo exigible para sacar adelante el cambio. 

El Milán, el segundo acreedor más importante en el concurso con 2,2 millones de euros, ya dio su conformidad hace unas semanas, pero no el Shakhtar Donetsk que comparte representación de abogado en el concurso con la entidad italiana, y que se ha postulado en contra manteniendo, así, su actitud desde aquel fichaje de Matuzalem, que es el origen de la deuda. Al club ucraniano se le adeudan 4,41 millones en ese convenio ordinario (el 17,85% del total), y casi un millón más como subordinado. El Wolfsburgo también ha rechazado adherirse, aunque, en su caso, la deuda es de 400.000 euros. 

Pero el respaldo de los dos clubs no ha sido necesario para que la solicitud del Real Zaragoza vaya a obtener el visto bueno del juzgado, que admitió a mediados de abril la petición del club aragonés, formulada un mes antes. 

De este modo, la modificación permitirá a la propiedad, además de diferir el pago de más de 9 millones de euros hasta el 2025 y disponer de cinco años más para satisfacer la deuda, blindarse ante un posible descenso, ya que, en ese caso, los pagos quedarán suspendidos siempre que el Zaragoza no permanezca más de cinco años, consecutivos o alternos, en esa categoría de bronce. 

Del mismo modo, si se sube a Primera, se abonará anualmente y mientras se esté en la élite un 20% más adicional a los acreedores ordinarios hasta acabar con los créditos.

Se trata de la segunda modificación del convenio de acreedores que presenta el Zaragoza después de la que se llevó a cabo en 2016 para variar los años de cumplimiento alterno, que eran cinco, para que fueran fijos y consecutivos y empezar a abonar ese convenio en julio de 2018.

El Zaragoza ya abonó las dos primeras anualidades, de 1,36 y de 1,679 millones respectivamente en 2018 y 2019, pero en la tercera, el año pasado, pidió la suspensión ante el juzgado, que fue concedida.