La operación de compra del Real Zaragoza por parte de la sociedad Spain Football Capital que encabezan el abogado barcelonés Francisco 'Kiko' Domínguez y los hermanos Álvarez del Campo y que cuenta con el respaldo de inversores europeos, pero sobre todo americanos no se va a cerrar esta semana. Es verdad que para mañana jueves o el viernes está previsto un encuentro de la parte compradora con los dirigentes de la SAD y que los abogados del club y de esta sociedad llevan días revisando los últimos documentos, pero no se espera un desenlace inmediato, sino que se va a demorar un poco más.

La propuesta, traída de la mano de Fernando de Yarza López-Madrazo, consejero de la entidad zaragocista, está en una fase muy avanzada y fuentes de la negociación aseguran que esta marcha bien, pero es imposible que se pueda cerrar en esta semana, por lo que lo más normal es quela firma de toda la documentación llegue durante la siguiente. La negociación está ya más en un tiempo de ratificación de cuestiones que de discusión sobre partidas, aunque sí ha habido algunas pequeñas diferencias en los últimos días, no en los grandes números sino en partidas menores, como por ejemplo los intereses en algunos de los préstamos a asumir.

Con todo, desde la parte compradora también se tiene claro que se quiere analizar con frialdad todo y se confía en cerrar la operación, aunque no se tenga una visión tan optimista como la que hay en la propia SAD. La oferta incluye una inversión que ronda los 50 millones de euros, de los que 30 irían destinados a aumentar el límite salarial en las próximas tres temporadas, mientras que el resto serían para abonar las deudas más inminentes que tienen vencimiento a 30 de junio, unos 4,3 millones, el convenio de acreedores y el inminente pago a Hacienda que hay que hacer con fecha del 20 de junio y que es de 480.000 euros. El grupo comprador adquiere, en teoría, la totalidad de las acciones que pertenecían a la Fundación Zaragoza 2032 en un primer momento aunque ya están desde hace varios años a título personal de los patronos. Un 50,56% las controlan César Alierta, a través de su sociedad Prado de Altaoja, y su sobrino Fernando Sainz de Varanda, mientras que la familia Yarza, Juan Forcén y Carlos Iribarren tienen un 13,46% cada uno.

En teoría todos los patronos de la Fundación se van en esa operación de venta del club, aunque es factible que se quede Fernando de Yarza en los próximos meses para facilitar el traspaso de poderes. De la otra opción, más del agrado del máximo accionista, el paso atrás en los últimos días es evidente y no parece que vaya a tener opciones de ser la elegida.

La compra de ese 91% implica ya más de 6 millones de los 6,361 que tiene el Zaragoza como capital social en estos momentos y a eso hay que añadir los 3,5 millones que aún tiene César Alierta en un préstamo participativo personal que realizó, él de mayor cuantía y el resto de patronos de mucha menor y que fue en total de 8 millones, al llegar la Fundación al club en el 2014 y que puede convertir en capital social. De hecho, ya convirtió parte de ese préstamo en el 2019 (1,8 millones) para pasar a ser el accionista mayoritario con el 50,56% que controlan él y su sobrino y vicepresidente, Fernando Sainz de Varanda.